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Los principales funcionarios de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) rechazaron el supuesto escándalo de corrupción que involucra al expresidente de la Asamblea General.
Los directivos de la ONU ofrecieron su cooperación a las autoridades de Estados Unidos para aclarar las acusaciones contra John Ashe.
“La corrupción no tiene sitio en las Naciones Unidas ni en ningún otro lugar”, advirtió el actual titular de la mesa de Naciones Unidas, Mogens Lykketoft, acerca de la denuncia de que su antecesor aceptó hasta 2014 sobornos por más de US$1 millón a cambio de defender los intereses de empresarios chinos.
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En ese sentido, los voceros del secretario general de la organización, Ban Ki-moon, indicaron que el líder de la ONU se encuentra “estupefacto”.
“Estoy impactado y creo que a la ONU y sus representantes se les deben exigir los más altos estándares”, añadió Lykketoft.