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Los chefs de México demandaron al presidente Enrique Peña Nieto que fije una postura respecto al cultivo de maíz transgénico.
Los integrantes del Colectivo Mexicano de Cocina han recibido el apoyo de colegas de otros países. El pedido al presidente responde a una resolución judicial, emitida la semana pasada, que levanta la prohibición de 2013 a los permisos para sembrar el grano con modificaciones genéticas.
Científicos, organizaciones de activistas y ciudadanos advierten que peligra la conservación de diversidad de maíces criollos y que se violenta la autonomía alimentaria, de acuerdo a La Jornada.
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Para la organización, la plantación de transgénicos pone en peligro el derecho de los campesinos a guardas sus semillas y generará efectos impredecibles para el medio ambiente en México. Asimismo, entre los pesticidas usados en el maíz transgénico se detecta el glifosato, sustancia probablemente cancerígena, de acuerdo a la Organización Mundial de Salud (OMS).
“Fomentan la concentración de la propiedad de la tierra y aumentan la dependencia económica de pequeños productores respecto a las trasnacionales. El campo de las patentes se ha venido ampliando más allá de los procesos tecnológicos para incluir a los seres vivos. Las semillas han dejado de ser un bien común para convertirse en ‘propiedad intelectual’ de empresas como Monsanto, Aventis y Syngenta”, cuestiona el colectivo.
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Austria, Bulgaria, Grecia, Alemania, Hungría, Italia, Luxemburgo y Polonia se niegan a cultivar transgénicos en sus territorios a causa de los posibles daños a la salud humana y al medio ambiente. China compra maíz a México precisamente por no ser transgénico.