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En febrero entró en servicio en México el nuevo avión presidencial de Enrique Peña Nieto, un Boeing 787-8 Dreamliner bautizado con el nombre del patriota José María Morelos y Pavón.
La aeronave fue adquirida por la pasada Administración Federal para sustituir al Boeing 757-200 Presidente Juárez, con 28 años de servicio, a fin de garantizar mayor seguridad, funcionalidad y eficiencia de los vuelos de Enrique Peña Nieto.
De acuerdo con las características técnicas, el Dreamliner presidencial, con capacidad para 80 pasajeros y equipado con la tecnología más moderna, es capaz de recorrer 14.500 kilómetros sin abastecerse, lo que le permite realizar viajes directos desde México a Europa sin escalas.
Además, la aeronave cuenta con equipos de telecomunicaciones satelitales e Internet, que permiten al mandatario recibir información permanentemente desde cualquier parte del mundo.
El costo total del avión, incluyendo ingeniería, instalación de sistemas, adecuaciones de estructura, equipamiento de cabina, certificaciones y un paquete de refacciones, fue de US$218,7 millones, que se pagaron a 13,5 pesos por dólar, dado que también se adquirió una cobertura del tipo de cambio, según un comunicado de la Presidencia de México.
La nave, comprada por el Gobierno de Felipe Calderón, tiene una vida útil de 25 años y será utilizada por el Ejecutivo Federal para sus giras internacionales hasta el año 2040.
