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Cinco presuntos sicarios murieron hoy en un enfrentamiento con las fuerzas federales en la ciudad de Chilapa, en el estado de Guerrero. Los estragos de la violencia en México ha tomado impulso en los últimos meses.
Dos alcaldes fueron asesinados el fin de semana pasado en México, donde el último bimestre ha sido el más violento desde 2012. Los crímenes de las autoridades ocurrieron en Chiapas y Michoacán. En el segundo ataque, una emboscada en carretera, se dispararon unas 600 balas.
Mayo fue el mes con más homicidios en el país y en junio, cuando se abrieron 1.666 investigaciones preliminares por ese delito, se confirmó la tendencia al alza, según cifras del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP). En 2015, la tasa de asesinatos por cada 100.000 habitantes mantuvo el nivel de 2014.
En el primer semestre se registraron 9.413 víctimas de muertes violentas, número que supera los 8.156 del año pasado en México. En comparación al mismo período de 2014, el punto de menor violencia en la gestión de Enrique Peña Nieto, el aumento es de 40%.
Las estadísticas en algunos estados son alarmantes, como en los casos de Nuevo León (45% más), Zacatecas (93%), Veracruz (77%) y Colima (338%). En este último viven 650.000 personas y hubo 225 asesinatos en 2015, una media de 31 por cada 100.000, superior a la de Brasil o Colombia.
En el informe más reciente del Instituto Mexicano de Estadística y Geografía (Inegi) se reportan 20.525 homicidios en 2015, más de 12.000 con armas de fuego, proporción de 17 por cada 100.000 habitantes. Al empezar el mandato de Peña Nieto, la cifra era de 22 crímenes. El pico histórico en México fue en 2011, con 27.213 asesinatos, hacia el fin del sexenio de Felipe Calderón en que se desbordó la guerra contra el narcotráfico.
A pesar de los avances ante la embestida de la violencia, México aún se encuentra lejos del promedio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que es de 4,2.
De acuerdo al analista Alejandro Hope, citado por El País, este año se saldaría con 24.000 víctimas, lo que subiría el término medio a 20 por cada 100.000 mexicanos, número que se asemeja al gobierno anterior. En los primeros tres años de Peña Nieto se registran 63.598 homicidios. En Guerrero el promedio es superior al de Honduras y El Salvador.