Omar Mir Seddique Mateen, principal sospechoso del tiroteo en discoteca en Orlando. (Foto: EFE)

Omar Mir Seddique Mateen, principal sospechoso del tiroteo en discoteca en Orlando. (Foto: EFE)

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Las primeras investigaciones sobre la matanza de medio centenar de personas en una discoteca gay en Orlando (Florida) revelaron este domingo posibles nexos entre su autor, que fue investigado dos veces, y grupos terroristas.

Menos de 24 horas después de la matanza en la discoteca Pulse, frecuentada por homosexuales, lesbianas, bisexuales y transexuales, el FBI dio a conocer algunos datos de Omar Mir Seddique Mateen, de 29 años y nacionalidad estadounidense, quien murió en el mismo lugar del tiroteo por disparos de la Policía.

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Al mismo tiempo se conocieron las identidades de seis de las 50 víctimas mortales de este “acto de terrorismo y odio” como lo calificó el presidente de Estados Unidos (EEUU-USA), Barack Obama.

Se trata de los primeros identificados y cuyas familias ya fueron notificadas. Sus nombres son Edward Sotomayor Jr., Stanley Almodóvar III, Luis Omar Ocasio-Capo, Juan Ramón Guerrero, Eric Iván Ortiz-Rivera y Peter O. González-Cruz.

No se ha informado de sus orígenes ni otros detalles.

La discoteca Pulse había organizado una “Noche latina”, dedicada a ritmos como bachata y reguetón, por lo que es muy probable que un alto porcentaje de las víctimas sean hispanos, una comunidad que representa el 29 % de la población de Orlando), famosa en todo el mundo por sus parques temáticos y de atracciones.

Antes de la matanza Seddique Mateen, nacido en Nueva York (New York) en el seno de una familia de origen afgano, llamó al teléfono de emergencia 911 y declaró su lealtad al grupo terrorista Estado Islámico (EI, ISIS o Daesh), de acuerdo con una información periodística.

La agencia de noticias Amaq, vinculada a los yihadistas, subrayó en un comunicado que “el ataque armado perpetrado contra un club nocturno de homosexuales en la ciudad de Orlando en el estado estadounidense de Florida (…) fue perpetrado por un combatiente de ISIS”.

Dicha información de Amaq no fue confirmada por fuentes oficiales de USA.

El agente del FBI Ron Hopper consideró en una rueda de prensa que es pronto para aseverar que la matanza esté vinculada al terrorismo, pero indicó que el presunto autor de los disparos en la discoteca llamó la atención de las autoridades en 2013 por primera vez.

Según Hopper, en aquel entonces Seddique Mateen hizo “comentarios incendiarios a sus compañeros de trabajo que dejaron entrever su posible lazos con terroristas”, lo que llevó a las autoridades a hacer un registros de sus antecedentes, revisar cámaras de videovigilancia y entrevistarlo hasta en dos ocasiones.

Posteriormente, en 2014, apareció en el radar de las autoridades federales por su presunta relación con Moner Mohammad Abusalha, un terrorista con nacionalidad estadounidense que murió en un ataque suicida en Siria.

El FBI realizó una investigación y nuevamente entrevistó a Seddique Mateen, tras lo cual se determinó que “el contacto fue mínimo y no constituyó una amenaza en ese momento”.

“La comunidad musulmana se une a nuestros compatriotas en repudiar cualquier persona o grupo que justifique o excuse tal acto atroz de la violencia”, señaló Rasha Mubarak, coordinador en Florida del Consejo para las Relaciones Americano-Islámicas (CAIR).

La familia del presunto autor de la matanza también habló. Según el padre, Mir Seddique, su hijo quedó espantado cuando hace unos dos meses vio a dos hombres besándose en Miami.

Esa puede ser la causa de la matanza, que, a su juicio, “no tiene nada que ver con la religión”.

La exesposa de Seddique Mateen, que pidió no ser identificada, declaró hoy que no era una “persona estable” y que la maltrataba.

“Me golpeaba. Venía a casa y empezaba a golpearme porque la colada no estaba acabada o cosas así”, afirmó al diario The Washington Post la mujer, que conoció al sospechoso hace ocho años en internet y se casó con él en marzo de 2009.

Al principio de los pocos meses que estuvieron casados, “él parecía un ser humano normal” hasta que se tornó violento, indicó, al precisar que su marido no era muy religioso y hacía ejercicio en el gimnasio con frecuencia.

Según la exesposa, el presunto asesino no dio nunca señales de haberse radicalizado, poseía una pistola de bajo calibre y trabajaba como guardia en un centro de delincuentes juveniles.

El senador demócrata por Florida Bill Nelson señaló, sin embargo, que la matanza tendría “alguna conexión” con el grupo terrorista ISIS, según pudo saber de personal del Comité de Inteligencia del Senado en Washington, aunque indicó que es necesario esperar los resultados de las investigaciones para confirmarlo.

Un grupo de policías inspeccionó y sacó hoy varios objetos de una casa propiedad de Omar Seddique Mateen en la localidad de Fort St. Lucie, a unos 180 kilómetros de Orlando, y también registro tres automóviles estacionados allí, según constató Efe en el lugar.

Efe pudo ver cómo se llevaban varias cajas y una computadora Apple y colocaban esos objetos en vehículos policiales.

Además del medio centenar de muertos, el tiroteo en la discoteca dejó 53 heridos, algunos de los cuales se encuentran en “estado crítico”, según autoridades médicas de Orlando, que hicieron un llamamiento a los ciudadanos a donar sangre para las transfusiones que se precisan para las cirugías a las que están siendo sometidos.

El banco de sangre OneBlood de Orlando dijo en un comunicado que está ya “a plena capacidad” y pidió a los donantes que ayuden en los días venideros para mantener el nivel, con el fin de seguir ayudando.

Fuente: EFE