Cuerpos de terroristas de Estado Islámico se pudren en Kobane | FOTOS

Los yihadistas de Estado Islámico (EI, ISIS o Daesh) fueron expulsados de la ciudad de Kobane (Kobani), tras meses de férrea de resistencia de las Unidades de Protección del Pueblo Kurdo, y la ayuda de los ‘peshmergas’ y la coalición internacional. Sin embargo, la presencia de los terroristas persiste en la ciudad.

Poco más de dos meses después de la derrota de EI en Kobane, se siente el olor a muerte en el enclave kurdo sirio. Los cuerpos de centenares de combatientes de ISIS se pudren en las calles de la ciudad o debajo de los escombros, en un panorama desolador producto de cuatro meses de lucha sin freno.

Las Unidades de Protección del Pueblo Kurdo, principales defensores de Kobane durante el asedio yihadista, estiman que unos 3.000 milicianos de ISIS fallecieron en su intento de tomar la ciudad. Sin embargo, resulta imposible calcular con exactitud el número de muertos debido a que muchos cadáveres se encuentran bajo los escombros o han sido destruidos por los bombardeos de la coalición internacional.

“Los yihadistas no se pararon a enterrar a sus muertos. Los dejaban tirados en medio de la calle o debajo de las casas. Les ha dado exactamente igual”, comentó a El Confidencial Saber Damer, director de las brigadas de limpieza de la ciudad, un grupo de ocho hombres que en el último mes ha recogido cadáveres de los milicianos de Daesh.

“No podemos contabilizar con exactitud cuántos cuerpos hemos recogido en estas semanas, porque muchas veces solo podemos recuperar brazos, piernas o el torso. Pero estoy seguro de que han sido más de 350”, comenta. También se han encontrado a algunos amigos kurdos, a quienes los entierran con honores.

Usando trajes especiales, este grupo de hombres recorre las calles de la ciudad convertida sin querer en un cementerio yihadista, en una lucha contra el tiempo, pues se acerca la temporada veraniega.

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El principal problema al que se enfrentan los habitantes de Kobane es el riesgo de enfermedades infecciosas por los cuerpos en estado de descomposición, ad portas de un clima más soleado. “Los cadáveres están llenos de larvas y con el calor eclosionarán y comenzarán a transmitir enfermedades a los habitantes de la ciudad. Tendríamos que fumigar debajo de los escombros para aplacar la epidemia antes de que sea demasiado tarde”, explica un operario de la brigada de limpieza.

Pese al desprecio contra los yihadistas de ISIS, la brigada de limpieza de Kobani no quema sus cuerpos, lo cual está prohibido por el Corán. “Si dependiese de mí se quedarían aquí pudriéndose al Sol o para que sirviesen de alimento a los perros que vagabundean por las calles de la ciudad, pero no queremos ser como ellos. Nosotros respetamos los cadáveres y los enterramos. A pesar de todo… siguen siendo seres humanos, aunque su humanidad quede en duda”, comenta uno brigadista.

Se han abierto fosas en las afueras de Kobane en donde se les tira entierra. “Solo Alá tiene la potestad de quemar a una persona”, comenta el hombre que conduce un tractor con los cuerpos de los combatientes de ISIS a la fosa.

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LOS YIHADISTAS DE ISIS QUE SE ‘QUEDARON’ EN KOBANE

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