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Barack Obama opuso su veto a la ley aprobada en el Congreso que autoriza la construcción del oleoducto de Keystone XL entre Canadá y Estados Unidos.
El presidente de EE.UU. pretende mantener su poder de decisión sobre el controvertido proyecto debido a observaciones sobre el peligro que generaría al medio ambiente.
Los republicanos, apoyados por el Gobierno del conservador canadiense Stephen Harper, resaltan el potencial de la creación de empleos durante las obras, el refuerzo de la independencia energética estadounidense y la seguridad del transporte de combustible por tuberías.
ENLACE: Oleoducto Keystone fue autorizado por Senado de Estados Unidos
En contraposición, las organizaciones ambientales y un sector de los demócratas consideran que la obra atentaría contra el combate ante el cambio climático y advierten riesgos de fugas.
Al respecto, los líderes republicanos de la Cámara de Representantes y del Senado, John Boehner y Mitch McConnell, calificaron la decisión de Obama es “puramente política”.
Es el primer veto de Obama desde que los opositores tomaron el control del Parlamento en enero y su tercero desde que llegó a la Casa Blanca en 2009. Para pedir una nueva votación, se necesitarían votos de una mayoría de dos tercios, lo que implicaría el poco probable apoyo de varios oficialistas.