Tanques turcos en Siria. (Foto: Getty Images)

Tanques turcos en Siria. (Foto: Getty Images)

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Turquía está haciendo un esfuerzo decisivo para cumplir con la promesa de expulsar al Estado Islámico (EI, ISIS o Dáesh) de la ciudad de Al-Bab, el último bastión importante del grupo yihadista en el noroeste de Siria, informa hoy la prensa turca.

Las fuerzas del Ejército Libre de Siria (ELS), una alianza de milicias contrarias al régimen de Damasco, apoyadas por unidades blindadas y aeronaves turcas, se acercaron ayer a sólo 2 kilómetros de Al-Bab, una ciudad de unos 60.000 habitantes situada 30 kilómetros al sur de la frontera turca y a 35 al noreste de Alepo.

Los combates se han intensificado y, según un comunicado militar turco difundido esta mañana, nueve milicianos del ELS fallecieron y medio centenar resultaron heridos ayer.

Además, cuatro soldados turcos sufrieron heridas leves en la zona de Dana, a pocos kilómetros de Al-Bab, cuando su blindado fue blanco de disparos de lanzacohetes antitanque guiados y de un explosivo casero, lanzado desde un avión no tripulado (dron).

No es la primera vez que el Daesh utiliza drones para lanzar ataques, ya que en septiembre ya se registró un incidente similar, que dejó tres heridos en el Ejército turco.

Los soldados turcos que apoyan a los milicianos sirios en su combate contra ISIS forman parte de las unidades especiales conocidas como “boinas burdeos”, asegura el diario Hürriyet.

Según este periódico, tienen la misión de ubicar las posiciones de la milicia yihadista y transmitirlas a la aviación turca para que las bombardee.

Desde que Turquía lanzó a finales de agosto la Operación Escudo del Éufrates en Siria con la conquista de arábulus, el bastión más importante de ISIS en el noroeste del país, las milicias respaldadas por Turquía han ido ganando terreno de forma continuada, si bien el Daesh controla aún un tramo de la frontera.

En total, Turquía pretende conquistar un territorio de 5.000 kilómetros cuadrados en el noroeste de Siria para “limpiarlo de terroristas” ha confirmado hoy el portavoz del Gobierno turco, Numan Kurtulmus.

El mayor avance se ha registrado en la zona al noreste de Alepo, desde donde las brigadas sirias y las fuerzas turcas se están acercando hasta Al-Bab, pero evitando acercarse a la propia Alepo, sitiada por fuerzas del régimen de Bachar al Asad.

Desde Yarábulus, en la orilla occidental del Éufrates, las fuerzas proturcas han avanzado dirección sur hacia Manbech, un antiguo bastión de ISIS que desde agosto está en manos de las Fuerzas de Siria Democrática, una alianza encabezada por las milicias siriokurdas YPG, a las que Ankara también combate.

El Estado mayor turco ha confirmado hoy que se han registrado choques entre las milicias respaldadas por Ankara y las YPG, que, a su vez, reciben apoyo de Estados Unidos en su lucha contra ISIS.

Turquía intentará expulsar a las milicias YPG de Manbech para que la ciudad pase al control de sus aliados, ha dicho Kurtulmus hoy.

El Ejército turco ha señalado en un comunicado que también hubo enfrentamientos con milicias kurdosirias en Tel Yiyan, 20 kilómetros al noreste de Alepo, y ha asegurado que las milicias proturcas infligieron 10 bajas a los kurdos.

Pero no sólo hay combates entre las milicias aliadas de dos miembros de la OTAN, como son* Turquía* y Estados Unidos, sino incluso entre diversas facciones del Ejército Libre de Siria, respaldado por Ankara.

El Frente Levante, una poderosa agrupación salafista del noroeste de Siria, se enfrentó hoy con la Brigada Sultan Murat, compuesta por milicianos de etnia turcomana (sirios turcoparlantes), a los que se considera el aliado más fiel de Ankara.

Ambas facciones luchan por hacerse con el control del paso fronterizo de Al Salama, en una carretera que une Alepo con Turquía.

Desde territorio turco se pudieron observar las detonaciones de artillería, además de los tiroteos, en lo que parece un “desacuerdo militar” entre las facciones, señala el diario Hürriyet.

El paso fronterizo ha sido cerrado por motivos de seguridad y se ha parado el habitual tráfico de bienes comerciales y ayuda humanitaria, ha confirmado a la prensa el gobernador de la provincia de Kilis, Ismail Çatakli.

Fuente: EFE