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La ofensiva para liberar Mosul , plaza fuerte de los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI) en Irak, ha cumplido su primera semana con importantes avances de las tropas gubernamentales y ha causado 5.000 desplazados, una cifra “moderada”, según la ONU.
El principal avance de las fuerzas kurdas “peshmergas” en la séptima jornada de enfrentamientos se ha desarrollado en torno a la ciudad de Bashiqa, al este de Mosul, donde han cercado esta localidad y otros siete pueblos, y han cortado la vía principal de suministros entre esta zona y la capital de Nínive.
Según el comando general de las fuerzas “peshmergas”, en la batalla ha muerto el emir de ISIS de esta zona, identificado como Abu Faruq.
Tras estos avances, han logrado situarse a nueve kilómetros de Mosul, una distancia igual a la alcanzada ayer por las tropas del Ejército iraquí tras hacerse con el control de Baratala, ubicada al sur de Bashiqa.
Asimismo, las tropas iraquíes se han hecho con el control del 80 % de otro enclave importante, la población de Al Hamdaniya, conocida también como Qaraqush, y ubicada a unos 27 kilómetros al este de Mosul, informó a Efe el alcalde de la localidad, Nisan Karrumi.
Sin embargo, el responsable local advirtió de que todavía existen bolsas de resistencia del Estado Islámico en varias partes de la urbe.
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La resistencia ofrecida por los yihadistas ralentiza el avance de la ofensiva, aunque los responsables políticos y militares insisten en que todo marcha según la agenda prevista.
En la localidad de Talkif, 9 kilómetros al norte de Mosul, los yihadistas repelieron hoy un ataque de las fuerzas iraquíes y kurdas, que asaltaron la parte septentrional de la población, indicó a Efe el jefe de la seguridad del consejo local de la provincia de Nínive, de la que Mosul es capital.
Mohamed al Bayati explicó que, tras la retirada, aviones iraquíes y de la coalición internacional liderada por Estados Unidos bombardearán las posiciones de los yihadistas en el interior de la urbe, antes de que las tropas gubernamentales vuelvan a irrumpir en ella.
Coincidiendo con el séptimo día de la ofensiva y con la presencia del secretario de Defensa estadounidense, Ashton Carter, en Irak, el canal turco NTV ha informado de que la artillería turca ha comenzado hoy a ofrecer apoyo a la milicia kurda en la región de Bashika.
El Gobierno iraquí ha reiterado en los último días que la presencia militar turca en Bashika es una “ocupación” y que Turquía no debe participar en la ofensiva contra el EI en Mosul.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, por su parte, insistió el sábado en que dados los lazos históricos con la zona (hasta 1918 parte del extinguido Imperio otomano), Turquía no se iba a quedar al margen de los combates.
Por otra parte, según la Oficina de la ONU para Asuntos Humanitarios (OCHA), en esta primera semana de enfrentamientos, un total de 5.070 personas han abandonado sus hogares en la provincia de Nínive.
Una cifra que según el portavoz de la OCHA, Karim Elkorany, es “moderada” y “manejable”.
Según Elkorany, la mayoría de estas personas han buscado refugio en las poblaciones cercanas a la ciudad de Al Qayara, 55 kilómetros al sur de Mosul, y una parte han acudido a los campamentos de desplazados de Dabaga, al sureste de Mosul, y Zelikan, al este de la urbe, capital de la provincia de Nínive.
“El número de desplazados hasta ahora está siendo manejable, es un número moderado”, según ElKorany, quien insistió en que la “situación es incierta” y que están preparados para lo peor.
Además, precisó que debido a la fluctuación de los enfrentamientos hay personas que abandonan temporalmente sus hogares y que vuelven una vez concluyen los choques.
La OCHA espera que en las próximas semanas unos 200.000 iraquíes se vean forzados a abandonar sus casas, aunque teme que en el “peor de los casos” este número pueda llegar al millón de personas.
En su comunicado, la OCHA destaca que ha tenido un acceso “limitado” a las zonas recuperadas por las fuerzas iraquíes y kurdas “peshmergas”, así como a las personas que se han visto afectadas por el conflicto en los distintos frentes de batalla.
Según la oficina de la ONU, los campamentos existentes y en construcción podrán albergar a hasta 418.000 personas. Además, calcula que unos 700.000 residentes de Mosul y su entorno necesitarán refugio de emergencia y que entre 1.200.000 personas y 1.500.000 se verán afectadas.
(Fuente: EFE)