“Abandona el aceite de palma sucio ahora mismo”, reza una de las pancartas que los activistas colgaron en los depósitos de la plataforma industrial. (Foto: EFE)

“Abandona el aceite de palma sucio ahora mismo”, reza una de las pancartas que los activistas colgaron en los depósitos de la plataforma industrial. (Foto: EFE)

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Una treintena de activistas de Greenpeace ocuparon hoy en Indonesia una refinería de aceite de palma de Wilmar International, el mayor intermediario de esta industria al que acusa de colaborar con productores que causan deforestación.

Los ecologistas escalaron por la cadena del ancla del carguero de aceite crudo de palma Armada Persada II, para bloquear sus movimientos, y subieron a los tanques de la refinería de Wilmar en el puerto de Bitung, en el norte de la isla de Célebes.

Abandona el aceite de palma sucio ahora mismo”, reza una de las pancartas que los activistas colgaron en los depósitos de la plataforma industrial, y “Para la deforestación”, escribieron sobre la superficie de la embarcación.

Wilmar promete que limpiará su cadena de suministro desde 2013. Sin embargo sigue comprando aceite de palma a destructores de bosques”, dijo en un comunicado el director de la campaña de bosques indonesios de Greenpeace, Kiki Taufik.

La organización ecologista denunció en un informe publicado la semana pasada que 25 productores de aceite de palma han deforestado al menos 1.300 kilómetros cuadrados de selva, principalmente en Indonesia, en los últimos tres años.

Wilmar recibe aceite de palma de 18 de las compañías señaladas y en muchos casos actúa como intermediario para más de una decena de marcas internacionales que son mencionadas en el documento.

Los casos investigados denuncian la presencia de plantaciones en zonas protegidas y hábitat de orangutanes, la quema ilegal de bosques para la agricultura y conflictos sociales, entre otros, sobre todo en la isla de Nueva Guinea y la de Borneo.

Wilmar le comunicó a Greenpeace que dejará de colaborar con estas 18 empresas denunciadas, según la organización ecologista.

El presidente de Indonesia, Joko Widodo, ordenó la semana pasada una moratoria de tres años a las concesiones de terrenos para cultivos de palma de aceite.

Indonesia y Malasia son los dos principales productores de aceite de palma, un producto que se utiliza en diversos sectores como la alimentación, higiene, cosmética o con fines energéticos, y que cuenta con la Unión Europea y la India como sus principales importadores.

Casi 24 millones de hectáreas fueron destruidas entre 1990 y 2015 en Indonesia, lo que convierte al país asiático en el que más bosque tropical perdió en este periodo, según datos oficiales.

Fuente: EFE