(Foto: Rodrigo Barquera / Flickr)

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El 26 de septiembre, 57 estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa (México) desaparecieron. Si bien, días después aparecen 14 jóvenes, 43 permanecen desaparecidos. El viernes 7 de septiembre, presuntos sicarios confesaron el crimen. Los padres se niegan a creer que los normalistas estén muertos hasta que no haya pruebas.

México amaneció horrorizado luego de que tres detenidos por el caso, presuntos sicarios del narcotráfico, confesaran que asesinaron a los 43 normalistas de Ayotzinapa y desaparecieron sus cuerpos, informó la Fiscalía.

El fiscal general, Jesús Murillo Karam, ofreció un primer relato sobre lo que ocurrió con los jóvenes, que presuntamente fallecieron a manos de sicarios del cártel Guerreros Unidos.

EL HORROR

El 26 de septiembre, tres normalistas fallecieron al ser atacados por policías locales y presuntos grupos armadas. Sin embargo, 57 quedaron en condición de desaparecidos, aunque días después 14 fueron ubicados. De acuerdo a la Fiscalía, los agentes entregaron a los sobrevivientes a sicarios de Guerreros Unidos.

Los estudiantes, de entre 18 y 21 años, fueron trasladados esa noche a un apartado basurero de la vecina localidad de Cocula. Algunos habían llegado muertos por asfixia, revelaron los sicarios detenidos en una reconstrucción de los hechos.

Los jóvenes fueron interrogados por el determinar quiénes eran y por qué llegaban a Iguala. Los normalistas se habían trasladado a Iguala, ubicada a 200 kilómetros de Ciudad de México con el objetivo de recaudar fondos. Para regresar a sus casas, utilizaron dos autobuses en Iguala, cuyas autoridades son acusadas de servir al cártel.

14 HORAS

Los detenidos informaron que mataron a los sobrevivientes y “los arrojaron a la parte baja del basurero y quemaron los cuerpos”, indicó Murillo. Utilizaron gasolina, llantas, leña y otros elementos en un infierno que duró 14 horas, precisó el fiscal.

Luego de ello, los sicarios metieron los retos de ceniza y huesos en ocho bolsas de basura, que tiraron a un río cercano.

Según el relato, casi todas las bolsas se rompieron, pero dos quedaron intactas. Las autoridades encontraron una de las bolsas cerrada y llena de restos que serán analizados a fin de determinar si se trata de los normalistas,

Sin embargo, Murillo señaló que por el estado de calcinación, podrían no llegar a ser nunca identificados. Aseguro, no obstante, que se hará todo lo posible y se ha solicitado ayuda de expertos internacionales. Lamentó que los indicios señalen que sí se trata de los estudiantes.

PADRES EXIGEN PRUEBAS

Los familiares de los 43 normalistas desaparecidos se niegan a creer que se trate de sus hijos hasta no tener las pruebas científicas de la muerte de los estudiantes.

“Mientras no haya pruebas, nuestros hijos están vivos”, remarcó Felipe de la Cruz, vocero de los padres, quienes también exigen al gobierno de Enrique Peña Nieto, que se refuerce la búsqueda de los normalistas.

El presidente mexicano aseguró que se buscará a todos los responsables de la masacre en Iguala. “A los padres de los jóvenes desaparecidos y la sociedad en su conjunto, les aseguro que no cejaremos hasta que se haga justicia”, manifestó.