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Los candidatos a la presidencia de Estados Unidos, la demócrata Hillary Clinton y el republicano Donald Trump, culminaron el lunes sus campañas electorales y quedaron listos para las elecciones generales a realizarse este martes 8 de noviembre. El ganador de los comicios reemplazará al demócrata Barack Obama como nuevo presidente del país norteamericano.

Hillary Clinton, de 69 años, cerró su campaña con mítines en Pensilvania, Michigan y Carolina del Norte. La aspirante demócrata mantiene una ligera ventaja de entre 3 y 4 puntos porcentuales sobre su rival republicano según las últimas encuestas de intención de voto en el territorio estadounidense.

En Filadelfia, ante más de 40.000 personas, la exsecretaria de Estado reiteró que sus políticas inclusivas permitirán “un sueño y una oportunidad”, a diferencia de lo que su contrincante plantea en su plan de gobierno.

“No queremos hundir la visión de este país. Queremos hacerla más grande. Nos enfrentamos al mayor examen de nuestro tiempo”, manifestó Hillary Clinton, quien contó en su actividad política con el respaldo del saliente mandatario, Barack Obama.

LA PROMESA DE TRUMP

Por su parte, el republicano Donald Trump no toma en cuenta los resultados anticipados de las encuestas y prefiere creer que tiene todas las de ganar en las elecciones del martes. En su último mitin antes de la contienda electoral señaló que el Partido Republicano recuperará el control de la Casa Blanca.

“Mañana (martes) vamos a recuperar la Casa Blanca. Pido el voto de los estadounidenses. Demócratas, independientes (…) que sienten la desesperada necesidad de un cambio”, afirmó el magnate ante miles de simpatizantes en el centro de Manchester, la capital comercial de Nuevo Hampshire.

El polémico candidato también aprovechó la ocasión para disparar toda su artillería contra Hillary Clinton:

“Se trata de la persona más corrupta que jamás se ha postulado para el Despacho Oval de la Casa Blanca”.