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El Pentágono anunció hoy un aplazamiento de seis meses, hasta enero de 2018, del reclutamiento de transexuales para servir en la Fuerzas Armadas de Estados Unidos.
El secretario de Defensa, James Mattis, aprobó una “recomendación” para “aplazar el acceso a los solicitantes transgénero en las Fuerzas Armadas hasta el 1 de enero de 2018”, informó en un comunicado una portavoz del Pentágono, Dana W. White.
Durante ese periodo, se revisarán los planes de adhesión de los transexuales y el posible “impacto” en la “preparación y poder letal” de las Fuerzas Armadas.
La decisión de Mattis se ha conocido solo unas horas antes de la fecha límite del 1 de julio de 2017 fijada por el Gobierno del expresidente estadounidense Barack Obama para empezar a reclutar a transexuales para las tropas.
El aplazamiento anunciado hoy no afecta a los transexuales que ya se encuentran sirviendo en las Fuerzas Armadas.
Fue en junio de 2016 cuando el entonces secretario de Defensa de USA, Ashton Carter, anunció en una rueda de prensa desde el Pentágono que “con efecto inmediato” las Fuerzas Armadas quedaban abiertas a los transexuales.
“La realidad es que tenemos a transexuales sirviendo en uniforme hoy en día. Los estadounidenses quieren servir y la profesión de las armas debe estar abierta a todos. Debemos tener acceso al 100% de la población”, argumentó entonces el jefe del Pentágono.
Solo unos meses antes se decidió abrir todas las posiciones de combate a las mujeres, incluidas las de élite y los marines, de las que hasta entonces estaban excluidas.
El primer paso hacia el fin de la discriminación por orientación sexual en las Fuerzas Armadas se dio en septiembre de 2011 cuando el Congreso, a instancias de una resolución judicial, canceló la política don’t ask, don’t tell (no preguntes, no cuentes), implementada bajo el Gobierno del demócrata Bill Clinton (1993-2001).
Esta prohibía a quienes “mostrasen propensión o intenciones de perpetrar actos homosexuales” servir en las Fuerzas Armadas estadounidenses.
Fuente: EFE