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Las minas antipersonas activas son un peligro en al menos 59 países del mundo. El desactivador de minas Gunder Pitzke se ocupa de rastrearlas y desactivarlas, y habló con Deutsche Welle sobre el tema.
Deutsche Welle: Sr. Pitzke, usted estuvo recientemente en Libia, en una misión para desactivar municiones de guerra. ¿Qué es exactamente lo que hizo allí?
Gunder Pitzke: Fue una misión de seguridad en el aeropuerto de Trípoli. Allí había minas pequeñas sin componentes de metal, con una masa explosiva de 50 gramos. Se trata de minas antipersonas que habían sido colocadas en los márgenes del aeropuerto para evitar el acceso. Esa área no estaba señalizada ni había sido medida. Cuando hay guerra civil y se usan ese tipo de municiones, el asunto va siempre en una dirección que se aleja de todo tipo de derecho internacional humanitario.
¿Cómo sabe dónde buscar las minas antipersonas?
En principio, si se supone que hay minas activas en un área determinada, se envía un mensaje comunicando eso al Centro de Acción de Minas. Luego se viaja hasta el lugar y se lo explora. Claro que hay ser muy cuidadoso y sensible, ya que nunca se sabe dónde comienza el campo minado. Cuando ya se ha establecido una “línea de seguridad”, se comienza a rastrear de forma linear. Primero se busca visualmente, y luego, si se nota algo sospechoso, por ejemplo, material de embalaje de las minas, se comienza con las mediciones y se delimita el territorio para aislarlo.
¿Cómo es el procedimiento para desactivar una mina?
Se utilizan detectores de metal para sondear la mina. Luego se las desentierra y se comprueba qué tipo de mina es. Después se verifica cómo está construida y el tamaño de la masa explosiva. Entonces se comienza con el desminado, retirando las minas una por una. Si se hiciera detonar la primera mina que se encuentra, las otras minas podrían empezar a estallar. Es por eso que las traslada a otro lugar y se las hace explotar al final de la jornada.
¿Qué tan difícil es descubrir las minas antipersonas?
Las minas que se usan hoy en día tienen un porcentaje de metal casi igual a cero. Es decir, un 0,3 por ciento de metal que se reduce a la espoleta. Si se hallan restos o astillas de metal, clavos u otro tipo de material, se reciben señales que no son de la mina, por lo cual se debe desenterrar cada uno de ellos hasta dar con la mina antipersona.
¿Se desactivan las minas con el tiempo?
Por el contrario, con el tiempo, las minas se vuelven más peligrosas. Dependiendo del tipo, las minas siempre contienen un porcentaje de TNT o de la mezcla explosiva RDX. Este explosivo pierde su flexibilidad con el paso de los años, por lo cual se vuelve más inestable. A veces, ya es suficiente un roce ligero para una detonación. Este tipo de munición puede permanecer hasta 90 años bajo tierra y seguir siendo una amenaza. Si tomamos el ejemplo de la batalla de Verdun, en Francia, un campo de batalla de la Primera Guerra Mundial, allí las municiones todavía están en actividad. Aunque el detonador se haya oxidado con el tiempo y ya no funcione, puede pasar que la mina explote.
Su trabajo es sumamente peligroso. ¿Qué riesgo corre su vida?
Por supuesto que en este tipo de tareas siempre puede pasar algo. Son cosas sobre las que no nos gusta hablar. Un caso que viví en Afganistán, por ejemplo, donde un colega estadounidense que se encontraba desminando con un aparato especial, y caminaba delante de él. De pronto, estalló allí una mina. Hay muchos ejemplos como ese, todos muy tristes. Nunca hay seguridad total. Siempre queda un resto de peligro.
(Fuente: Deutsche Welle )