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Varias provincias y comunas de Chile se han visto afectadas en los últimos días por varios incendios forestales activos que ya arrasaron con más de 90.000 hectáreas de vegetación.

La Oficina Nacional de Emergencia (Onemi) informó que son 36 los incendios activos que afectan a 87.463,53 hectáreas de vegetación y 36 los incendios controlados en una superficie de 2.407,99 hectáreas.

Debido a la gravedad de los incendios y a los daños causados, la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, decretó el estado de excepción constitucional y catástrofe para las provincias de Colchagua y Cardenal del Caro en la región de O’Higgins (centro); para las comunas de Vichuquén, Cauquenes, Licantén y Hualañé en la región del Maule (centro) y para la comuna de Bulnes en la región del Biobío, en el sur.

Más de 400 brigadistas de la Corporación Nacional Forestal apoyan la tarea de los bomberos, que trabajan día y noche para sofocar las llamas y mantenerlas lejos de los centros poblados.

Las Fuerzas Armadas también apoyan con 33 aeronaves, entre aviones y helicópteros.
Las autoridades chilenas anunciaron, además, que a partir de la próxima semana comenzará a llegar al país la ayuda internacional.