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Por José Miguel Silva @jomisilvamerino
Redaccción Periodística se puede leer fácilmente como un ‘Cómo ser un buen periodista para dummies ’. Se trata de una muy bien elaborada introducción al periodismo, en la que el autor resalta dos cosas: la obligación que tiene un periodista para actualizarse constantemente y el respeto a la ética.
¿Un periodista nace o se hace?
Creo que todo oficio debe responder a una pasión y esa pasión es casi genética. García Márquez (GM) dice que si tú llevas a cinco chicos a una juguetería, cada uno escogerá un juguete diferente. Uno toma una pelota, otro un carrito, otro algo para armar, etc. Dice GM que en esa preferencia está la vocación casi genética del niño, como que hemos nacido para algo. Él piensa que con los años la sociedad nos va quitando todo eso. Para GM aprender en realidad es recordar y recordar para qué nacimos.
¿Te dan ganas de decirles a tus alumnos que no sirven para esto y que se vayan a buscar otra cosa?
Mira, si yo les digo a los chicos: “Ustedes no van a ser periodistas”, y sienten que les han cortado una mano, que les falta el aire y que van a morir, entonces es que han nacido para esto. Kapuscinski dice que el periodista nace y que si se hace, es a fuerza de mucho trabajo. En mi caso, yo estudié sociología y me encanta, pero siento que he nacido para los medios de comunicación. Todo obedece a la pasión y eso es algo que nace contigo, nadie te lo impone.
Muchos jóvenes confunden el oficio de periodista y lo ven como un espacio para ser famosos. ¿Con qué alumnos te encuentras usualmente?
Yo la primera clase los desahuevo, los saco al fresco. “Chicos este es el tema, de esto se trata. Si quieres ser periodista tienes que leer, escribir, mirar y ser curioso”. Me encuentro con jóvenes que quieren ser famosos, con otros que eligen la carrera por moda. Hay algunos que creen que por jugar pelota pueden comentar y simplemente decir cuántas tarjetas amarillas tuvo un equipo en un partido. Esa idea es totalmente mediocre. Ojo, yo enseño periodismo deportivo y trato de enseñar que eso es el resultado de la sociedad que practica ese deporte. No es igual ser periodista deportivo en Perú, en Argentina y en Inglaterra. Ser buen periodista deportivo implica una exigencia en la formación. Si quieres ser como los grandes debes tener otra formación. Suelo terminar mi curso con mucha esperanza porque si en un salón de 30 queda uno interesado, para mí es suficiente.
Además ser periodista requiere de un mínimo de sensibilidad social.
Mira, el periodismo es un trabajo social. Tú tienes que darle voz a los que no la tienen. Yo a mis alumnos los llevo a hacer trabajo social. Con un grupo nos fuimos el año pasado a Pamplona Alta a dar regalos por Navidad. Muchos descubrieron un mundo que tiene poco que ver con el boom económico, con el boom de la gastronomía y con los restaurantes de Gastón. Un cerro empinado, sin agua, donde no llegan los micros. La idea es hacer eso para despertarles la sensibilidad. Es lo poco que puedo hacer, porque tampoco le vas a cambiar la vida a un chico.
Tus alumnos están en la edad exacta, la época universitaria es ‘el momento’…
Siempre les digo a mis alumnos que están en el momento de equivocarse, experimentar, hacer locuras. Acá la locura está permitida porque cuando vayan a un medio, este te condiciona, te pone reglas, te dice: “La cosa es de acá hasta acá”.
¿Te preguntan mucho por esa idea de que si no tienes contactos, padrinos o amigos, no puedes ingresar a un medio de comunicación?
Vivimos en una sociedad de exclusiones y de privilegios. Si tienes un apellido compuesto, tienes mayores posibilidades de conseguir algo. Constantino Carvallo decía que el mejor alumno de un colegio de Tablada de Lurín tiene menos posibilidades de encontrar trabajo que el peor alumno de un colegio de Miraflores. Esto solo por el hecho de pertenecer a un grupo determinado. Si tú perteneces a la Universidad Arzobispo Loayza, a la UPIG, de la Mariátegui, etc, tus posibilidades de conseguir empleo son mínimas. A veces a mis alumnos de la Alas Peruanas les digo que ellos tienen que agarrar el mercado y abrirlo con su cabeza. No tienen influencia, padrino, amigos o una súper universidad que te abre las puertas con su nombre. Ojo, aunque debo decir algo, el contacto te lleva hasta un determinado lugar, pero luego tienes que mostrarte tú solito.
En tu libro, salvo Hildebrandt, no mencionas a muchos periodistas peruanos. ¿No tienes a colegas del país entre tus referentes? No pues, ¿a quién? La gran mayoría se vendió al fujimorismo y dicen que han pasado piola. Aunque claro, sí hay algunos muy buenos como Juan Gargurevich o Santiago Pedraglio. Luego de eso, no sé, la verdad que es impresentable el periodismo peruano. No generalizo, pero es complicado encontrar referentes. Tengo alumnos muy buenos que ya están irrumpiendo en el mercado, pero en los grandes medios también es complicado manejarse. Dentro de un medio no vas a poder hacer el gran cambio. Eso se puede lograr si se hacen nuevos medios, eso trato de aconsejarles a mis alumnos.
Comentaste que lees noticias principalmente a través de las páginas web. Ocurre que ahí las notas más leídas son las de espectáculos, o las notas light. ¿Esto te parece algo trágico?
Es terrible. Se ha frivolizado todo. Hoy la gente sabe más de Combate y de Esto es guerra que de su propia salud. Si tú le preguntas a una chica si se ha hecho un papanicolau, seguro no tiene idea de qué es eso. No obstante, de Zumba o de Jenko sí sabe mucho. A mí no me parece que Combate esté mal. Lo malo es que algunas personas consuman únicamente eso. Hace un tiempo leí en el Twitter la noticia: “Niños lloran porque Zumba deja Combate ”. Yo pregunté quién carajo es Zumba. En el Twitter me respondieron y luego dije: “Evidentemente, los idiotas no son quienes saben de Zumba sino yo, que no sé nada de él”. Y así te encuentras más cosas, como una noticia en torno al tamaño del pene de los futbolistas. ¿A dónde estamos llegando? No se pasen.
Hace unos días Iván Thays recomendó que a los participantes de estos realities les den las respuestas previamente para que los televidentes al menos escuchen los nombres de los héroes, de los libertadores, etc.
Eso me parece bueno. Aquí no se trata de ¡Saquemos del aire Combate! El medio de comunicación te está diciendo el estilo de vida que vas a tener, qué leer, qué comer, entonces tratemos de darle algo más a la gente.
Antes estaba Magaly y todos parecían echarle la culpa a ella de todo…
Magaly, Combate y todos estos programas no son el problema sino la consecuencia del mismo. Si a ti te sale un grano, eso no es el problema. El problema es que te alimentaste mal antes, y si no quieres que te vuelva a salir, debes tener cuidado al comer. Yo creo que Combate no es el problema sino la manifestación extrema de una sociedad que no lee, que no se interesa, que no tiene valores. No puede ser que Nicolás Lúcar sea un líder de opinión. ¡Estamos locos!
Pasemos un poco al periodismo ‘serio’. Ahora hay ATV+, Canal N, RPPTV, Willax. ¿Te parece positivo esto?
Es bueno porque hay más oferta laboral para los colegas. Sí puede saturarse un poco la oferta porque es más de lo mismo. Yo veo, por ejemplo, las entrevistas de Carlos Cornejo en Canal N, pero de ahí nada más. El resto ‘zapeo’. Considero que todo está amañado, responde a un interés político o comercial. No puedes criticar a Dionisio Romero porque él es dueño de casi todo el país. Siempre le planteo a mis alumnos el cómo podrías estar en un medio donde puedas decir todas estas cosas.
Entonces tú también te planteas la idea de que, supuestamente, hay libertad de empresa y no de prensa.
Sí, claro que sí. Medios opositores no hay. Y no opositores al Gobierno sino al sistema en sí. Alan, Toledo y Humala son casi lo mismo solo que con matices. ¿Cuál es la diferencia? Que el primero supo robar, el segundo no, y el tercero, bueno, parece una persona honesta. Vivimos en un país donde hay pobreza extrema y donde las diferencias económicas son más grandes que en los 80. Cuando veo los medios de comunicación, no veo que hablen de la pobreza extrema. A mí me cuentan otro país, el del boom económico, que claro que existe, pero también quiero que me cuenten la otra historia. Por ejemplo, el gobierno ha dado medidas extraordinarias para promover la inversión, pero ¿dónde están las medidas para proteger a los trabajadores?
¿Por qué no hay ese tipo de medio que mencionas?
Porque no es rentable, porque la gente quiere comprar éxito. Yo creo que hay una olla a presión. En Perú ya existen maras salvatruchas, los grupos más violentos que han existido en la historia. Más que los de Sendero Luminoso.
A pesar del discurso crítico en torno a los medios, cada vez se consumen más periódicos, se ven más noticieros…
Claro, la gente quiere información, pero lamentablemente información a la que los medios la han acostumbrado. Por el otro lado, y esto es bueno, yo veo una propuesta en el tema de salud. La gente quiere informarse sobre su salud. Si tú pones un médico en una radio o un canal, las llamadas son innumerables. Creo que tenemos que ir por ese lado. Estamos creando un país de gente súper obesa, que no sabe comer.
Ahí viene el tema del boom de la cocina peruana…
Ese boom yo no me lo como. ¿Cuál es el cáncer que mata más a los hombres luego del de la próstata? El del estómago y eso es por la comida. Tenemos una comida tremendamente condimentada, tremendamente sazonada. Un pan con chicharrón te mata con los años. Hay mucha grasa, mucha cosa que no sirve, y no estamos educando a la gente a comer. Para mí la gran revolución de Gastón Acurio debería ser “Hagamos la cocina peruana más sana”. A mis alumnos les pido que no tomen gaseosa. Es azúcar al mil por ciento te embrutece. Piensas menos y elaboras menos. Los medios deben informar sobre eso. Los chicos de Combate con sus cuerpos hermosos quizás podrían contar cómo logran a mantenerse saludables.
¿Se exagera un poco con esto de la reelección conyugal o sí es importante evitar que se repita el modelo de Argentina en Perú?
Ahí hay de todo. Una lucha de poderes e intereses. Yo creo que sí debemos estar alertas ante la reelección conyugal, pero también creo que aquí el Apra ha manejado la agenda. ¿Por qué? Porque quiere esconder las investigaciones contra su líder. Tendrán cuatro congresistas, pero cuentan con mucha experiencia política. Por otro lado, una cosa es estar delante de Toledo y otra estar frente a Alan. Dos veces me lo crucé y no podía decirle en la cara todo lo que sí decía sobre él en mi programa de radio. Es un tipo gigante y con una retórica seductora y contundente. No puedes discutir con él así tengas la razón. Hoy hay medios que lo quieren mucho porque saben que puede llegar a ser el próximo Presidente.
¿Te parece posible?
Te lo puedo apostar. Mira, cuando Alan se fue en su primer gobierno, la gente pedía adelantar las elecciones. Su nivel de popularidad era bajísimo. Se refugió en Colombia, se fue por los techos, qué se yo. Luego, cuando él regresó a la campaña del 2001 y fue recibido por miles de personas en el aeropuerto. Yo sentía vergüenza de eso. En la radio dije, a pesar que ganó Toledo: “Aquí el gran ganador es Alan García, va a ser el próximo presidente”. En 2006 ganó. Ojalá me equivoque ahora, pero creo que va a ganar otra vez. Él además quiere ser el presidente del bicentenario.
Bueno, ahí están Keiko y Nadine…
¿Quién va a competir con Alan? Si su peor momento fue en 2001, cuando todos le recordaban su primer gobierno. Ojo, el panorama de 2016 es otra vez el mal menor: Keiko y Alan.
¿No crees que se facilite la candidatura de Nadine?
Puede ser, aunque no creo que vaya a postular. Imagínate, el primero que saltaría sería Mario Vargas Llosa (MVLl). Creo que él hizo ganar a Ollanta en la segunda vuelta de 2011. Contrariamente a lo que dicen que no tiene ascendencia, considero que hoy la gente tiene más simpatía política con MVLl. Además, una reelección conyugal nos llevaría a asociarlo a Argentina. Para mí el gran problema, y que se refleja en la izquierda, es la ineptitud de la izquierda peruana en tener un movimiento sólido políticamente y con un líder capaz. Para mí pudo haber sido Susana Villarán, pero no dio la talla.
¿Eres o no optimista sobre el futuro del periodismo en el Perú?
Si no fuera optimista, no dictaría clases. Enseño y me entusiasmo con mis alumnos. Los veo y pienso que tal o cual puede llegar. Estamos en un mal momento pero, bueno, un mal momento es un buen momento para empezar a hacer las cosas bien. Debemos tratar de rescatar un periodismo ético, donde nos comprometamos con los que no tienen voz. Yo ya no quiero escuchar más a los empresarios, sino las historias de la gente que está haciendo ese otro Perú, sin luz, sin agua, sin piso; y que, no obstante, apuesta por el país. Esa población tiene un gran resentimiento. Ellos ven Combate y se sienten parte de otro mundo. Se crea una amargura que se ve por ejemplo en Lima, una ciudad que está siempre con el ceño fruncido y con el gesto de seriedad. A veces pienso que hay que avisarles que estamos en un boom económico, quizás no les han dicho eso.