Dilma Rousseff se enfrenta al escándalo. (Foto: Facebook / Dilma Rousseff)
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La fiscalía de Brasil pidió investigar a 54 políticos por corrupción en la compañía estatal Petrobras.
Las investigaciones indican que un 3 % del presupuesto de los contratos de Petrobras con otras empresas, principalmente de la construcción civil, se desviaba para financiar las campañas electorales, entre ellas las del gobernante Partido de los Trabajadores (PT). Exejecutivos, contratistas y funcionarios públicos están involucrados en las denuncias de sobornos de constructoras a cambio de contratos con la entidad.
La presidenta Dilma Rousseff encabezó el Consejo de Administración de la institución de 2003 a 2011. Los desvíos de fondos habrían ocurrido entre 2004 y 2012.
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“Quiero, al igual que todos los brasileños, que los culpables sean castigados. Quienes hayan cometido el crimen, quienes hayan quebrantado la ley deben pagar por ello. En Brasil no hay intocables. Aquel que no trate el dinero público con seriedad, honestidad y efectividad, debe pagar por ello”, advirtió Rousseff tras ser reelegida mandataria.
Para afrontar el escándalo de corrupción, se designó a Aldemir Bendine titular del consejo de administración. El funcioanario es un banquero muy ligado al expresidente Luiz Inácio Lula Da Silva y sin experiencia en el mundo del petróleo.
