Imagen referencial de Pensión 65. (Foto: EFE)

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Las políticas sociales de Perú, que han logrado reducir la pobreza extrema hasta situarse en un 4,3 %, son vistas por diferentes países de América Latina y el Caribe como un “ejemplo a seguir”, según la ministra peruana de Desarrollo e Inclusión Social, Paola Bustamante.

En una entrevista con Efe en el marco de la Asamblea Anual del Fondo Monetario Internacional (FMI ) y el Banco Mundial (BM), Bustamante afirmó que varios países de la región y de Centroamérica le han pedido compartir las experiencias de los programas sociales de Perú.

Entre los programas más exitosos, la ministra citó el de Qali Warma que brinda alimentación diaria a 3.300.000 niños escolares; el de Pensión 65 por el que unos 450.000 adultos mayores en extrema pobreza reciben 250 soles (78 dólares) cada dos meses; o el de Cuna Más que brinda atención integral a 110.000 niños menores de 3 años.

Para la ministra, los programas sociales peruanos son revolucionarios por el enfoque de que “todos son ciudadanos, todos tienen los mismos derechos y se está trabajando para que todos tengan las mismas oportunidades”.

Perú, una de las economías de América Latina con mejor desempeño y que este año crecerá un 2,4 % según el FMI, – aunque el gobierno peruano espera que se llegue al 3 % – ha conseguido reducir en los últimos años la pobreza hasta situarla en un 22 %, mientras que la pobreza extrema afecta al 4,3 %.

El gobierno del presidente peruano, Ollanta Humala, creó en 2011 el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social, cuyo presupuesto se ha incrementado este año a más de 4.000 millones de soles (unos 1.250 millones de dólares) y ha colocado a la inclusión social como el eje del desarrollo del país suramericano.

Bustamante destacó que ha habido mucha discusión sobre si su país tiene “que crecer para incluir o incluir para crecer”, pero que en realidad lo que se está haciendo es que el “fruto del crecimiento del país llegue a quien más lo necesita”.

Consultada sobre el impacto que pueda tener una recesión en América Latina como la que pronostica para este año el FMI, con una caída del producto interior bruto del 0,3 %, Bustamante señaló que la preocupación es cómo se hace “para institucionalizar las políticas sociales en nuestros países y cómo garantizamos su sostenibilidad en contextos adversos”.

Para la ministra peruana el objetivo es que no recaiga el peso de recorte de presupuestos en las políticas sociales para que no afecte a los más vulnerables, que son los más pobres.

En su opinión, en contextos adversos se deben implementar políticas que impidan que los pobres “se vuelvan más pobres de lo que ya son”.

No obstante, la ministra señaló que Perú, uno de los países afectados por la caída de los precios de las materias primas, mira el presente y el futuro “con optimismo”.

En este sentido, Bustamante destacó que es importante avanzar con el plan de diversificación productiva para evitar que los peruanos que ya “se encuentran en la clase media caigan en situación de pobreza”.

“Perú sigue trabajando para continuar reduciendo la pobreza extrema”, añadió.

Pero para la ministra solo con programas sociales no se logra salir de la pobreza ni se soluciona el problema de la desigualdad, lo que se debe hacer es generar las condiciones para que esas familias tengan como mínimo educación y salud, pero además acceso al agua, saneamiento, telefonía, electricidad e internet, indicó.

En cuanto al acceso al agua, Bustamante destacó que en 2011, en las zonas rurales solo un 12 % tenía acceso y hoy esa cifra se ha duplicado hasta llegar al 24 %.

La ministra peruana reconoció que todavía hay desigualdad en Perú y “mucho que hacer ya que han sido décadas de abandono de toda la Amazonía” del país.

(Fuente: EFE)


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