(Foto: Andina)

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La presión arterial y el colesterol altos, así como el sobrepeso son factores de riesgo para presentar mal de Alzheimer, enfermedad que si bien no tiene cura, puede retrasarse con algunas medicinas y terapias.

En el Día Mundial de Alzheimer, el neurólogo Oliver Halsband informó que se trata de una enfermedad neurodegenerativa que produce atrofias en distintas partes del cerebro de manera crónica y progresiva.

El alzheimer aparece en promedio a los 78 años y con el correr de la edad aumenta la probabilidad de padecerla, dijo el galeno.

A los factores ya mencionados se suma el hereditario que está presente en menos del 5% de los casos.

Pero también algunos estudios señalan que quienes presentan mayor riesgo de padecer esta enfermedad son las personas con un nivel bajo de educación.

SÍNTOMAS Y TRATAMIENTO

Las personas que comienzan a desarrollar este mal evidencian pérdida de memoria a corto plazo, dificultades al relacionarse con su entorno familiar y alteraciones en la orientación del espacio.

También presentan trastornos psiquiátricos como episodios depresivos, alucinaciones, ansiedad y agitación.

Halsband, quien es especialista de la clínica Delgado sostuvo que es importante tener paciencia con la persona afectada y tratar de involucrarla en la vida cotidiana.

“Es conveniente mantenerla ocupado y con actividad física y mental. Esto es primordial para retrasar el desarrollo de la enfermedad”, dijo.

El galeno indicó que hay distintos hábitos que podrían reducir el riesgo de aparición del Alzheimer, como llevar una alimentación saludable y realizar actividades corporales como caminatas, trabajo en el jardín y sacar a pasear a las mascotas.

Asimismo, la persona afectada debe realizar actividades cognitivas como mirar álbumes de fotos para recordar experiencias pasadas, recapitular o repetir refranes o frases que permitan que su mente retenga información y estimular los sentidos con musicoterapia y arteterapia.

“Lo mejor que pueden hacer los familiares es evitar cambios bruscos en las rutinas diarias de los pacientes, mantener un ambiente feliz dentro de la familia y socializar con los amigos y otras personas. También apoyar y acompañar al paciente a hacer ejercicios o acitividades físicas”, agregó el especialista.

(Fuente: Andina)


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