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El Gobierno chino anunció este martes nuevas medidas para promover la iniciativa empresarial en el país asiático, entre ellas ventajas fiscales, ante la “creciente presión sobre el empleo”.
El Consejo de Estado (Gobierno) anunció las medidas en un comunicado, después de una reunión de su comité ejecutivo presidida por el primer ministro, Li Keqiang.
El comunicado, recogido por la agencia oficial Xinhua, señala que el Gobierno “debe poner en marcha más medidas proactivas” ante este panorama y que la iniciativa empresarial y la innovación “son la forma para que la gente se enriquezca y el país continúe fuerte”.
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Entre esas medidas, está la aplicación de políticas fiscales preferentes para las empresas que contraten a personas que hayan estado sin empleo durante más de seis meses, y también acuerdos especiales impositivos para los universitarios y desempleados que abran empresas propias.
Los subsidios de la seguridad social a pequeñas y microempresas que empleen a recién licenciados continuarán “durante un largo tiempo”, si bien se esperaba que la normativa expirara este año de forma indefinida.
Se ofrecerán subsidios a determinadas inversiones privadas en las áreas de infraestructura y servicios públicos.
Además, se flexibilizan las normas para registrar empresas y sociedades.
El Gobierno aumentará los préstamos de negocios a este tipo de empresas un 3 por ciento por encima de la tasa base, hasta los 100.000 yuanes (16.320 dólares), agrega el comunicado.
Por otro lado, se pondrán en marcha políticas para animar a los emigrantes laborales a empezar negocios, tanto físicos como online, y se permitirá que el personal técnico de institutos y universidades pueda combinar su puesto con emprender su negocio y tomarse un periodo sabático de hasta tres años.
Uno de los objetivos es que al menos un miembro de cada familia tenga una nómina, si bien el Gobierno chino es aún opaco con las cifras de desempleo y no hay datos completos al respecto.
Estas medidas se anuncian menos de una semana después de que la Oficina Nacional de Estadísticas de la potencia asiática revelara que el PIB de China creció un 7 % interanual en el primer trimestre de 2015, su menor ritmo desde principios de 2009, lo que muestra una acentuación en el freno de la segunda economía mundial.
El Gobierno chino define esta ralentización como “nueva normalidad”, y aboga por impulsar la demanda interna y vertebrar una clase media autosuficiente para dejar atrás un modelo de crecimiento centrado en las pasadas tres décadas en la industria y las exportaciones.
(Fuente: EFE)