La narradora madrileña expresa la esencia de su nueva publicación.

La narradora madrileña expresa la esencia de su nueva publicación.

Síguenos en Facebook



En un tono imperioso y alarmante María del Carmen Aranda, narradora madrileña, autora de “Flores entre escombros”, “La quinta clave”, y de la novela que nos ocupa “Las Ventanas del Mundo”. Nos remite con gran audacia literaria a un orbe hipotético. Un ilusorio mañana en el cual propone mediante las herramientas facilitadas por la ciencia ficción, las probables consecuencias, marchas y contramarchas de un planeta dividido que protege en el fondo una gran verdad digna de tomarse en cuenta.

1. ¿Qué pretende mostrar el libro “Las ventanas del Mundo” a la humanidad?

A lo largo de la historia nos hemos conceptuado como reyes de la creación. Nos hemos creído seres perfectos dotados de alma e inteligencia, creados a la imagen y semejanza de un ser Divino Superior, y ello nos ha condicionado a sobrevalorarnos perdiendo la perspectiva de una realidad. La realidad de un ser que vive en un pequeño planeta que gira entre miles de millones de estrellas, en un Universo en continua expansión; somos la pequeña hormiga del Universo impregnados de una inmensa ignorancia con respecto a nosotros mismos.

Unos pocos, los hábiles manipuladores, poseen el poder obtenido del conocimiento y con ese poder juegan con la vida de millones de personas sometidas a una manipulación tanto a nivel físico como mental y espiritual, cuyo objetivo es la anulación de la reflexión y el pensamiento.

Como dijo Francis Bacon, Filósofo y político inglés del siglo XVI, el conocimiento es poder.

“Las Ventanas del Mundo” es un libro con muchos interrogantes que pretende abrir la brecha a esta reflexión y replantearnos nuestras decisiones; cada acto que realicemos hoy, tendrá una repercusión mañana.

2. ¿Por qué los primeros capítulos de la novela poseen un acento ecológico y nostálgico?

Tengo recuerdos muy bonitos de cuando era niña. Paseos sobre el lago helado de Biel / Bienne (Suiza), las excursiones de fin de semana con mi familia al río y piscinas naturales que había en la sierra de Madrid cuyo agua era cristalina y fresca; aún incluso recuerdo el olor de las amapolas y margaritas silvestres del campo en primavera y los juegos con mis amigos en la calle.

En el verano viajábamos a la playa, un lugar donde los árboles adornaban la estrecha carretera con sus hojas verdes y frutos, hasta alcanzar la fina arena y ese mar que menciono en el libro, ese es mi mar, un lugar tranquilo y lleno de vida donde el sol te sonríe cada amanecer y la luna en las claras noches.

Pensando en aquellos años y analizando la situación actual, fui relatando como me sentía y cómo se siente mucha gente ante una degradación continua de la naturaleza: satélites basura rodeando nuestro planeta, sopa plástica en nuestros mares, ríos contaminados por vertidos tóxicos, residuos radiactivos, alimentación manipulada, pesticidas y un largo e interminable etc, etc… de actividades que realizamos y productos que utilizamos que dañan y minan nuestra naturaleza y que sin duda, puede originar una crisis mundial ya que los recursos naturales son limitados.

Sentí en el momento de escribir el libro que debía hacer una crítica social, pues como individuo, debemos responsabilizarnos de cada uno de nuestros actos y no olvidarnos de la verdadera esencia del ser humano como parte integral de la tierra.

Nosotros somos ella y si ella enferma, nosotros enfermaremos con ella.

3. Una agudeza mental y un excelente criterio se observa cuando en el capítulo “Inicio de una Crisis” propone la frase «Dinero», el «Consumo» y el «Estatus». Son como la santísima trinidad del hombre moderno, aunque en esencia describe un triunvirato. ¿De dónde surgió dicha analogía?

Vivimos en un mundo preocupados por el crecimiento económico continuo, por un consumo constante de productos que nos entran por los ojos para muchas veces ni siquiera utilizarlo, pero lo compramos sólo por el hecho de consumir; la obsolescencia programada, comprar y tirar, comprar y tirar y por último la figuración social del tanto tienes tanto vales y… ojo, si te sales de esta ideología, serás la oveja negra del rebaño, el loco insatisfecho e ingrato que no sabe apreciar el progreso y el ficticio bienestar que nos venden a cambio de otros favores que no nos mencionan.

Debido a las nuevas tecnologías, vamos avanzando hacia la NO cultura Universal, hecho que interesa a unos cuantos Homo- sapiens para poder conducir los rebaños a sus pastos. Sin duda es el triunvirato no tangible de la era moderna.

4. ¿Cuál es la causa que la voz omnisciente del libro se transforma en un personaje: Magali Randa después de un largo preámbulo de cuatro capítulos?

En mi opinión, en cada libro el autor entrega una parte de él mismo, una parte de su alma.

Magali Randa es una parte de mí que se plantea su vida en la realidad de su presente viendo la precariedad en la que la sociedad está sometida y un nuevo mundo más sencillo y vital. Un lugar donde el respeto y comprensión hacia sus semejantes sea la base de su sociedad aprovechando todos los recursos naturales que la naturaleza le ofrece. Luchará y defenderá el amor por un hombre a pesar de no compartir sus creencias, apostará con su propia vida por la amistad y conseguirá cambiar el futuro gracias a su tenacidad y convicción.

5. En el libro se establece un mundo dividido en dos, cuyos segmentos diagonalmente opuestos apuestan por difundir la idiosincrasia de su hábitat. Uno basado en el desarrollo tecnológico mientras que el segundo Toekom alude al enriquecimiento del alma humana. ¿Es acaso una elucubración arrojada de lo que podría vivirse en el futuro de la humanidad?

Sí, es muy factible. Cada día nos hacemos preguntas. ¿Nos merece la pena vivir esclavos de la tecnología?

Ustedes pueden hacer una prueba; busquen un campo que tenga flores o simplemente hierba fresca e intenten dar un paseo entre ellas, en silencio, escuchando sólo su respiración, huelan esas flores y observen sus pasos; transcurrido un corto tiempo recuerden esa vivencia y díganme cuál ha sido su sensación, seguramente aparecerá una sonrisa en su rostro.

Ahora cojan su teléfono móvil, busquen un campo que tengan en su ciudad y naveguen en él a través de su pantalla, seguramente obtendrán mucha más información, pero al recordarlo no sentirán esa sensación placentera de paz, ese enriquecimiento del alma y por consiguiente tampoco una sonrisa en su rostro.

El tiempo, nuestro tiempo se va, se evapora y es muy probable que un día tengamos que decidir de qué manera queremos vivir, replanteándonos muchas cuestiones que ahora mismo las damos por sentadas.

6. ¿Frente a un mundo tecnificado y digital cuaél sería el mensaje para aquellos que reciben la evolución de las ciencias aplicadas de manera indefensa?

Debemos continuar en el avanzar del conocimiento y ello lo conseguíos mediante la investigación, desarrollo y la aplicación de las ciencias, pero este es un avance tecnológico, por lo que a la vez que avanzamos tecnológicamente también deberíamos avanzar en el conocimiento de nosotros mismos, descubrir el gran potencial que cada persona lleva en su interior, del poder de la mente y del pensamiento.

En palabras de B. Houssay, Premio Nobel de Medicina, “no hay ciencia aplicada sin ciencia que aplicar”. La inversión en ciencia básica es inversión en conocimiento que repercute en toda la sociedad, contribuye al progreso de la humanidad y posibilita la realización de ciencia aplicada.

7. Tomar la ciencia ficción como una herramienta de un probable futuro conmina a pensar que el hombre por el hombre se extinguirá?

Bueno… yo no lo creo ya que el hombre ha conseguido recursos para su supervivencia. Otra cosa es la extinción de la vida en la Tierra.

El reconocido científico Stephen Hawking durante una entrevista concedida al programa científico ‘Live from Space’, comentó: “si la especie humana quiere sobrevivir más allá de los próximos 100 años, es imperativo que atraviese la negrura del espacio para colonizar nuevos mundos a través del cosmos”.
Podríamos por tanto hablar de asentamientos en la Luna, Marte y quizás otros planetas que aún no hayan sido descubiertos.

8. ¿María del Carmen Aranda cuántas ventanas más tendrá que abrir en textos futuros para cumplir sus objetivos?

Uy… aún me quedan muchas ventanas por abrir, mucho camino que recorrer y muchas cosas por descubrir y aprender.

El ir alcanzando pequeños objetivos para ir avanzando me llena de satisfacción, una satisfacción que espero sea inagotable.

9. Tus palabras finales tanto para los lectores latinoamericanos como los europeos.

Les diría que lean, sueñen e imaginen porque en la lectura encontrarán la sabiduría, en el sueño la felicidad y en la imaginación el progreso. Dedicar unos minutos a la reflexión invita a despertar la mente y por supuesto que amen y cuiden la naturaleza y el medio ambiente; cada palmo de tierra y aire es una parte de nosotros. Y les haría una pregunta ¿Creen ustedes que todo lo ocurre en nuestras vidas es por casualidad?

Desde este pequeño rincón del Universo les envío a todos los lectores un abrazo de luz y por supuesto a ustedes mi gratitud por esta entrañable entrevista.