Síguenos en Facebook
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) presentó este miércoles en Lima el informe “Formalizando la informalidad juvenil”, en el que alertó que seis de cada diez jóvenes trabajan actualmente de manera informal en América Latina y el Caribe.
La directora regional de la OIT para América Latina y el Caribe, Elizabeth Tinoco, detalló en un encuentro con periodistas las principales conclusiones del estudio, que advierte que la informalidad juvenil afecta a 27 millones de trabajadores de entre 15 y 24 años.
Junto a Tinoco también comparecieron la directora de la oficina de la OIT para los países andinos, Carmen Moreno, y el especialista regional en empleo juvenil de la misma organización, Guillermo Dema.
El documento será la base del debate de una reunión de la OIT que se inició este miércoles en Lima con una treintena de delegados de ocho países y representantes de empleadores y trabajadores para debatir las políticas más adecuadas de formalización del empleo juvenil.
===>>> Sigue a La Prensa en Facebook
Tinoco explicó a Efe que la informalidad del empleo entre los jóvenes constituye una “preocupación mayor que el desempleo juvenil” en Latinoamérica “porque afecta directamente a la calidad y a las condiciones del trabajo”.
“El desempleo no es tan dramático como en otras regiones (…) pero (aquí) encubre el problema de la informalidad, que genera efectos perversos a corto y largo plazo para el trabajador, que no tiene seguridad social, plan de pensiones ni acceso a microcréditos”, entre otros beneficios, indicó Tinoco.
Los países latinoamericanos con las tasas más altas de empleo juvenil informal son Guatemala, Honduras, El Salvador, Perú y Paraguay, cuyas cifras se sitúan entre el 70 y el 80 % de los jóvenes que trabajan.
En el lado contrario figuran Costa Rica y Uruguay, donde la informalidad del empleo juvenil se sitúa en el 30 y el 33 %, respectivamente.
El informe también destaca que el 91,8 % de los trabajadores domésticos de entre 15 y 24 años se encuentran en condiciones de informalidad, mientras que el 86,4 % de los jóvenes que trabajan de manera independiente también ejerce su profesión de manera informal.
El estudio señala además que el sector de las microempresas de entre uno y diez trabajadores presenta una tasa de informalidad juvenil del 72,1 %, pero esta cifra cae al 22,6 % cuando la empresa supera la decena de empleados.
Tinoco comentó que el nivel educativo de los jóvenes “es bastante elevado, pero no encuentran su espacio en el mercado laboral y eso genera desapego hacia el sistema, con protestas estudiantiles como las recientes de Santiago de Chile y Sao Paulo”.
La directora regional de la OIT reclamó la necesidad de desarrollar mecanismos para incentivar que la inserción de los jóvenes en su primer empleo sea en condiciones formales, lo que consideró “determinante” para el futuro laboral del trabajador.
El documento de la OIT recomienda incentivos fiscales y subsidios, dirigidos especialmente a las pequeñas y medianas empresas (pymes), para fomentar la regularización de los empleos juveniles.
Tinoco destacó el caso de Chile, donde existe un subsidio para el trabajador y para la pequeña empresa en materia de seguridad social, por un plazo determinado, para jóvenes entre 18 y 24 años, y también valoró el programa “Creciendo juntos” de México, que contempla un incentivo para la primera vivienda del trabajador.
La responsable de la OIT para Latinoamérica afirmó que es urgente activar este tipo de medidas dentro del “contexto” de rápida “desaceleración” que vive la región, al recordar que Fondo Monetario Internacional (FMI) rebajó recientemente sus previsiones de crecimiento para Latinoamérica del 2,2 al 0,9 % para 2015.
Tinoco propuso medidas anticíclicas para dinamizar la economía como “el incremento de salarios, los incentivos para generar mayor productividad, la incorporación de nuevas tecnologías y la capacitación de la mano de obra”.
(Fuente: EFE)