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Un difícil escenario económico se cierne sobre Atenas. Las negociaciones entre Grecia y el Eurogrupo terminaron este lunes sin que se llegara a ningún acuerdo, y con un ultimátum de sus socios para que el país helénico pida esta semana la extensión de su programa de rescate.
ULTIMÁTUM A GRECIA
El presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, manifestó el próximo paso debe ser dado por las autoridades friegas.
“Hemos dicho que estamos listos para continuar nuestras conversaciones. Ahora depende de las autoridades griegas decidir si quieren una extensión, si quieren aceptar la oferta de flexibilidad existente en el programa, pero también de dar todos los compromisos”, declaró.
“Si la solicitud llegara, la revisaríamos y preguntaríamos a las instituciones para que nos aconsejen y entonces, si podemos ver un resultado positivo, podría convocarse un Eurogrupo extraordinario el viernes”, agregó el ministro.
Por su parte, el comisario de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, sostuvo que “no hay una alternativa al pedido de una extensión” al pedido de rescate.
¿EN QUÉ CONSISTE EL RESCATE?
Este lunes, los ministros de Finanzas de la zona Euro se habían reunido con el objetivo de hallar la forma en que Grecia se financie a corto plazo cuando expire el actual programa el 28 de febrero.
Para el Eurogrupo, Atenas debe aceptar una extensión de su programa de rescate por el que recibió hacia 2010, unos 240.000 millones de euros a cambio de drásticas reformas, antes de revisar una “flexibilidad” que pueda obtener Grecia con las condiciones actuales.
No obstante, el nuevo gobierno griego, presidido por Alexis Tsipras, quiere poner fin a las políticas de austeridad impuestas por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional.
Atenas propone un puente financiero que se traduce en una enmienda del actual programa y un periodo de transición de seis meses. Además, plantea reformas propuestas por el propio gobierno griego y no sus acreedores.
“Pedimos unos meses de estabilidad financiero que nos permita lanzarnos en las reformas (…) para que podamos volver a crecer y poner fin a nuestra imposibilidad de pagar nuestra deuda”, escribió el ministro de Finanzas, Yanis Varoufakis en una columna publicada en el New York Times.
La deuda griega está destinada en unos 317.000 millones de euros, el 185% del PBI.