Sede central de Alibaba en China. (Foto: Wikimedia)

Sede central de Alibaba en China. (Foto: Wikimedia)

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Es la plataforma comercial electrónica más grande del mundo y quiere superar ahora el récord de Facebook: Alibaba va colocar sus acciones en la Bolsa de Wall Street. Sería la mayor salida a bolsa de la historia.

Wall Street puede presumir de albergar pronto lo que probablemente sea la mayor salida a bolsa de la historia. La entidad bursátil neoyorquina ha tenido suerte con el caso de Alibaba, pues por lo general las compañías del mundo tecnológico optan por la bolsa vecina, la Nasdaq.

“Seguramente que Alibaba se siente con Wall Street en mejores manos, ya que la oferta pública de Facebook acabó en un desastre”, recuerda Jason Weisberg, corredor de la Bolsa de Wall Street. Además apunta, que Wall Street ya mostró buenos resultados hace unos años cuando lanzó con éxito a General Motors al mercado financiero.

Todo lo contrario ocurrió con Facebook en la Nasdaq, cuya debut resultó ser un auténtico quebradero de cabezas, ya solo por el reto tecnológico que supuso. Finalmente la mayor red social del planeta recaudó unos 16.000 millones de dólares.

¿Se acaba la odisea bursátil?

Ahora Alibaba se lanza a una aventura mayor; el gigante del comercio electrónico chino quiere recolectar 4.000 millones de dólares más que Facebook. “Para ello, el New York Stock Exchange es el sitio idóneo”, recalca Weisberg. Según él, es justamente esto lo que necesita Alibaba.

No es lo único que está buscando el gigante chino, que ha pasado los últimos años en una especie de odisea bursátil. Logró colocar su acciones en la bolsa de Hong Kong ya en el año 2007, pero solo seis años más tarde retiró sus valores de dicha entidad.

“Alibaba ha escogido a EEUU, puesto que aquí va poder mantener su estructura de compañía intacta”, señala Scott Kessler. Eso en Hong Kong no le era posible, añade el analista de la agencia Standard & Poors Capital IQ en Nueva York.

Una plataforma que ofrece de todo

Alibaba es una “Variable-Interest Entity”, una entidad de participación variable. En este particular caso, el accionista no compra acciones de Alibaba misma (tampoco obtiene derecho a voz en la toma de decisiones), sino de una dependencia situada en las islas Caimán, a la que solo fluyen los beneficios de Alibaba. Es una solución para eludir las leyes chinas, que prohíben a extranjeros mantener activos de empresas de ese país.

Alibaba es un gigante comercial sin precedentes. Su plataforma de ventas online Taobao ofrece casi de todo, desde la venta de chaquetas de cuero hasta instrucciones de origami. Alibaba factura ya en el día de hoy el 80 por ciento del comercio electrónico chino, lo que equivale a 300.000 millones de dólares anuales. Probablemente en el año 2020 sobrepasará el comercio electrónico conjunto del Reino Unido, Japón, Alemania y EEUU.

(Fuente: Miriam Braun/Deutsche Welle )