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A semanas del estreno de Fifty Shades of Grey (Cincuenta sombras de Grey), la directora Sam Taylor-Johnson reconoció que tras terminar la película quedó “literalmente mal de la cabeza”.
En conversación con la revista Red, la directora sostuvo que su cabeza terminó hecha un “manjar blanco” mientras trataba de hallar el corte final perfecto para la cinta basada en el libro de E. L. James.
“He visto esta película más de 1.000 veces y ahora estoy hecha un manjar blanco”, comentó antes de agregar que por momentos siente que camina sobre el “filo de la navaja”.
La también directora de la aclamada Boy Nowhere, donde conoció a su esposo, Aaron Taylor-Johnson, dijo que cuando aceptó dirigir Fifty Shades of Grey, inmediatamente sintió como si hubiera subido a un tren bala.
“Las puertas se cerraron y no podía bajar. La velocidad, la velocidad era increíble. Tengo que bajar y respirar y pensar en otra cosa”, manifestó.
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En la misma entrevista, Sam Taylor-Johnson afirmó, dirigiéndose a los fans de la saga, que se mantuvo fiel a los libros en su adaptación cinematográfica. Además, comentó que el elenco y ella tomaron muy en serio en el proyecto, llegando a investigar ciertos aspectos para cumplir a cabalidad los retos sexuales del filme.
“Prácticamente he comido el libro. Lo he leído una y otra vez (…) Jamie (Dornan) y yo tuvimos que conocer a varios dominados y dominatrix solo para asegurarnos que entendemos ese mundo, por lo que de ninguna manera ha sido retratado de manera incorrecta”, agregó.
Fifty Shades of Grey se estrenará en San Valentín.
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