(Foto: Wikimedia)

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Solo un 3,4 por ciento crecerá el producto mundial este año según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en su más reciente informe. Hace seis meses, la OCDE había pronosticado aún un crecimiento del 3,6 por ciento. La principal razón de la corrección hacia abajo es el débil crecimiento en los países emergentes, particularmente en China.

La OCDE pronostica para China un crecimiento del 7,4 por ciento este año. Desde el punto de vista económico y ecológico, es “sin duda más sostenible” que las tasas de crecimiento de dos dígitos entre 2001 y 2010, se lee en el informe.

No obstante, los riesgos acumulados en el sistema financiero chino durante la era de auge pueden transformarse aún en un “gran desafío”. Esos riesgos y los peligros de “contagio” para la economía mundial ocupan varias páginas del informe.

El crecimiento en los otros grandes países emergentes tampoco es suficiente para dar decisivos impulsos a la economía mundial. Para Brasil, la OCDE cuenta con un crecimiento de solo el 1,8 por ciento. Para Rusia, incluso de solo un 0,5 por ciento, no por último debido a un “aumento de la inseguridad” derivada de la crisis de Crimea. Solo India crecerá este año, con un 5,4 por ciento, más que en 2013.

El fin de la recesión en la eurozona

Relativamente fuerte es, por el contrario, la recuperación económica en Estados Unidos, cuya economía dobla en volumen a la de China. En EEUU se registrará este año un crecimiento del 2,6 por ciento. Y el próximo incluso del 3,5 por ciento, se lee en el informe.

La OCDE realiza un pronóstico relativamente optimista también para la economía de la eurozona. Por primera vez desde hace tres años crecerá, aunque solo ligeramente. La OCDE prevé un plus del 1,2 por ciento este año y un 1,7 por ciento el año próximo.

“Creo que la eurozona ha superado las mayores dificultades”, dijo a Deutsche Welle Christian Kastrop, director de Estudios Económicos de la OCDE. Agregó que ello se debe a las reformas estructurales, la política fiscal de los países de la eurozona y la política monetaria del Banco Central Europeo.

Italia, España y Portugal, países en los que la economía se contrajo el año pasado, crecerán ligeramente este año, aproximadamente un 1,1 por ciento. En Grecia, por el contrario, el PIB disminuirá nuevamente. La contracción será, sin embargo, relativamente pequeña: un 0,3 por ciento. La OCDE cuenta con que Grecia crezca nuevamente en 2015.

Para Alemania, la OCDE pronostica un crecimiento económico de 1,9 por ciento para 2014 y del 2,1 por ciento para 2015. El crecimiento en Francia será algo menor: 0,9 y 1,5 por ciento respectivamente. En Gran Bretaña, que no es miembro de la eurozona, la economía crecerá según la OCDE un 3,2 por ciento.

Las mayores preocupaciones

La gran desocupación continuará siendo, sin embargo, un gran problema en la eurozona. La OCDE cuenta con solo una ligera reducción de actualmente del desempleo de 11,9 al 11,7 por ciento este año y al 11,4 por ciento en 2015. “La desocupación será siendo un flagelo para Europa por algún tiempo”, dice Kastrop, “y ello nos preocupa mucho”.

A Alemania, con una tasa de desocupación del 5,3 por ciento, el desempleo la afecta en menor medida que a otros países de la OCDE. Esta pronostica que la desocupación disminuirá en Alemania incluso a menos del 5 por ciento.

Otro de los grandes problemas en la eurozona continuará siendo el endeudamiento. “La crisis demostró que cuando más alto es el endeudamiento, mayor es la vulnerabilidad de los respectivos países”, dice Kastrop.

Según los tratados de la eurozona, las deudas de un país miembro no deben superar el 60 por ciento de su producto anual. La realidad es otra: en promedio, cada país de la eurozona está endeudado más del 100 por ciento de su producto bruto interno, según cifras de la OCDE.

Por ello, es importante que los europeos se esfuercen en reducir las deudas al máximo originalmente fijado del 60 por ciento. El endeudamiento, sin embargo, es un problema no solo para la eurozona. Solo un tercio de los 34 países de la OCDE logró desde la crisis mantener su endeudamiento debajo del límite del 60 por ciento. Por ello, los expertos de la OCDE recomiendan a los Gobiernos no descuidar las reformas estructurales.

(Fuente: Deutsche Welle )