(Foto: USI)
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Debido a los conflictos sociales y los trámites burocráticos que existen en el Perú, 60 grandes proyectos de infraestructura y minería están paralizados o han sido postergados, lo que pone en riesgo inversiones por más de US$41.000 millones, cifra que equivale al 20% del PBI.
Entre estos figuran el aeropuerto internacional del Cusco, el Gasoducto Sur y el proyecto de irrigación de Majes. Asimismo, más de la mitad de las 28 iniciativas priorizadas de concesión ha sufrido retrasos, informó el diario Perú21.
Al respecto, el presidente de la Asociación para el Fomento de la Infraestructura Nacional, Gonzalo Prialé, señaló que estructurar y adjudicar un proyecto demora hasta seis años, cuando en promedio debería tomar solo dos.
“Las trabas se dan sobre todo en funcionarios de tercer nivel de los ministerios, quienes tienen miedo de acelerar los procesos por temor a ser enjuiciados luego por una supuesta mala gestión”, señaló Prialé, quien recomendó que se contrate la asesoría de técnicos calificados, de consultoras mundiales y de bancos de inversión.
Ante este problema, el presidente Ollanta Humala anunció semanas atrás la creación de una comisión multisectorial, liderada por el Ministerio de Economía y Finanzas, para monitorear los proyectos de inversión y resolver los retrasos.
