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La dinámica de crecimiento “se ha vuelto más visible”, dijo Oliver Blanchard, economista en jefe del Fondo Monetario Internacional (FMI), durante la presentación del informe más reciente elaborado por el organismo acerca del desarrollo económico global. “La recuperación se ha consolidado”, afirmó Blanchard ante representantes de medios internacionales, y además sustentó sus declaraciones con cifras alentadoras.
El FMI prevé un crecimiento de 3,6 por ciento en la economía global. Para 2015, este indicador llegará a 3,9 por ciento, dice el documento. Esto, según Blanchard, constituye un “mejoramiento sustancial” en comparación con el crecimiento de 3,3 por ciento registrado en 2013.
El motor de está dinámica está en Estados Unidos, las potencias emergentes de Asia y, sorpresivamente, los países subsaharianos, para los cuales se pronostica un crecimiento de 5,4 por ciento. Todo esto habla de que crecen los impulsos al crecimiento económico.
EE.UU. y Europa cobran fuerza
Los países industrializados, encabezados por Estados Unidos, recobran fuerza. El informe del FMI les augura un crecimiento de 2,8 por ciento para este año, lo cual constituye una señal positiva. “La mejoría relativa de la economía gobal estará impulsada por los países industrializados”, apunta Jacob Kirkegaard, del Instituto Peterson para la Economía Internacional, organismo que como el FMI tiene su sede en Washington.
“Además de EE.UU., el impulso vendrá de la eurozona, que sale de la recesión para crecer moderadamente”, agrega el especialista. Lo más importante para el desarrollo de la economía global es que la correlación de fuerzas entre los países industrializados y las potencias emergentes cambie de rumbo a favor de las primeras, dice Kirkegaard. Si bien los países industrializados ya no se encuentran sumidos en la crisis, como se temía hasta hace unos meses, se encuentran aún debilitados.
Los nuevos impulsos en la economía de los países industrializados son variados: la consolidación financiera progresa, los bancos se fortalecen y el clima para las inversiones mejora, mientras amainan los factores de riesgo más agudos.
Los elogios del FMI no solo involucran a la economía global en general, sino también a la europea en particular. “Es buena noticia que para los países de la zona sur se pronostique un crecimiento positivo, aunque este sea aún muy débil”, dijo Blanchard.
La recuperación viene impulsada por las exportaciones. Sin embargo, para una recuperación sostenible se requeriría que la demanda interna creciera. Con todo, parece que la crisis económica en Europa está siendo superada. Los pronósticos del FMI otorga a la zona euro un crecimiento de 1,2 por ciento para este año, y de 1,5 por ciento para 2015. Reino Unido encabeza esta dinámica, con un pronóstico de crecimiento de 2,9 por ciento para 2014.
El ejemplo alemán
Según el FMI, la economía de Alemania crecerá 1,7 por ciento este año. La canciller Angela Merkel y el ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, hacen bien sus deberes, según el análisis del organismo. Como prueba está el bajo nivel de desempleo, además del crecimiento en la demanda interna y de un “florecimiento generalizado de las inversiones”, dice el FMI en referencia a la promoción del gasto público según las propuestas de la Gran Coalición en el gobierno.
El único punto en el que Alemania genera críticas es en la balanza del comercio exterior, debido a las cuantiosas exportaciones de bienes y servicios alemanes. Sin embargo, el ministro Schäuble seguramente acudirá con la frente en alto a la Asamblea primaveral del FMI en Washington.
El FMI ve un posible nubarrón en la economía europea, incluyendo la alemana: la baja inflación en las mayores economías de la zona. Si el fenómeno conocido como “low-flation” se mantiene, podría obstaculizar la recuperación coyuntural europea, afirma el organismo.
¿Riesgos para Rusia?
En su pronóstico, el FMI no nombra riesgos concretos derivados de la crisis en Ucrania. El clima de inversiones en Rusia ha desmejorado, pero la economía de ese país aún se encuentra en la ruta del crecimiento.
Jacob Kirkegaard, del Peterson Institute, no comparte este optimismo. “El pronóstico del FMI para la economía rusa, con un crecimiento del 1,3 por ciento, es idéntico para 2013 y 2014. Se dice que la economía rusa crecerá al mismo ritmo, pero no creo que eso suceda”, afirma el experto. Según él, las previsiones del organismo no toman en cuenta posibles efectos de la actual crisis en Ucrania.
El conflicto “para mí significa que Rusia entrará en recesión este año”, señala Kirkegaard. De concretarse esta tendencia, Alemania y otros Estados de la zona euro sentirían los efectos, agrega.
En cambio, las potencias emergentes crecerán con fuerza, en especial China (7,5 por ciento), India y países del sur de África (5,4 por ciento en cada caso). Sin embargo, el panorama para las potencias emergentes ha cambiado. Las naciones industrializadas se recuperan, y ello será bueno para sus exportaciones. Pero la implementación de una política monetaria más restrictiva en Estados Unidos podría afectar a la economía de las potencias emergentes.
Para Jacob Kirkegaard, la desaceleración del crecimiento económico en China es otro factor a observar con cuidado. “Si China estornuda, a los demás les da catarro”, dice. Sobre todo, los exportadores de energía originarios de potencias emergentes sufrirán si la economía china desacelera su crecimiento.
(Fuente: Deutsche Welle )