La tasa fiscal aprobada hace 10 años regirá para todos los grupos de ingresos, salvo para quienes más ganan. (Flickr/WWViews)

La tasa fiscal aprobada hace 10 años regirá para todos los grupos de ingresos, salvo para quienes más ganan. (Flickr/WWViews)

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Estados Unidos evitó a última hora el ‘abismo fiscal’, que hubiera significado un masivo incremento de los impuestos para millones de ciudadanos. Los expertos temían también que la primera potencia mundial hubiera vuelto a caer en recesión, lo que hubiera sido negativo para la economía global. Estos son los puntos más importantes del acuerdo:

Quienes tengan ingresos anuales superiores a US$400.000 y las parejas que sumen US$450.000 pagarán más impuestos. La tasa para ellos irá de 35% a 39,6%. Para todos los demás grupos de ingresos continuará rigiendo la tasa fiscal aprobada hace una década. Ese era un objetivo declarado de los dos partidos para evitar un incremento de impuestos para la clase media.

No obstante, el acuerdo suprimirá la reducción de las contribuciones sociales en dos puntos porcentuales introducida hace dos años. Esto restará en torno a US$1.000 al año a las familias de ingresos medios.

Los recortes presupuestarios automáticos previstos y fijados por ley, que nadie realmente respaldaba, serán aplazados dos meses. Para compensarlo se adoptarán medidas de ahorro y un aumento tributario. De otro lado, todos los funcionarios públicos y diputados renunciarán a incrementos salariales.

La mayoría de los beneficios fiscales para familias de menores ingresos se prolongarán durante otros cinco años. Además, los desempleados seguirán recibiendo subsidios estales por un periodo prolongado, con lo que se evita que dos millones de estadounidenses sin trabajo pierdan ese respaldo al comenzar el año.