Caminar en el horizonte de Rossana Montoya. (Foto: Acidalia)

Caminar en el horizonte de Rossana Montoya. (Foto: Acidalia)

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La peruana Rossana Montoya aborda en su segunda novela, Caminar en el horizonte, las incógnitas que envuelven a las personas que pasan por la experiencia migratoria y que en el actual contexto social se ve como “un tema sin resolver”.

En una entrevista con Efe, la escritora señala que aunque la novela, que fue editada en 2016 y que se presentará este sábado en la librería Books&Books de Miami (EE.UU.), tiene como protagonista a una peruana inmigrante que, como ella, emigró a comienzos de la década de los años 90, no es necesariamente una ficción autobiográfica.

Montoya, artista plástica de formación, manifestó que desde que llegó a Miami ha estado rodeada de gente que ha hecho el esfuerzo “de pertenecer al lugar en el que están”.

Ese fue el punto de partida para contar en el libro Caminar en el horizonte la historia de Flor, una peruana que arriba al suburbio de Pembroke Pines, al noroeste de Miami, y se ve enfrentada a la deportación.

“Toda la vida he estado en contacto y he coexistido con historias de inmigrantes que se han tratado de establecer en el país, con o sin papeles en regla”, explicó Montoya, quien ya en su primera novela, Pasaje de regreso (2011), relató una historia de peruanos emigrantes que vuelven a su país.

La presentación de su segunda ficción, que empezó a redactar dos años atrás, coincide con el rodaje de la Administración Trump en la Casa Blanca, que en su primer mes ha emitido órdenes ejecutivas que aceleran la deportación de indocumentados y refuerza la seguridad fronteriza.

“Es un tema que está sin resolver” y que ha dividido a familias en los últimos años, señala Montoya sobre la inmigración y el riesgo de la deportación, aunque la escritora aclara que su publicación “no es una novel*a que quiere resolver la cuestión de la identidad” de los *inmigrantes, si son de aquí o de allá.

En la historia, narrada en primera persona y escrita en formato de diario personal, Flor es recibida en Miami por su padre, quien le gestiona los documentos de estancia y permisos de trabajo, los cuales con el tiempo se descubre que son fraudulentos y ello la coloca en la encrucijada de la deportación.

El título de la novela, que surge de un poema de Montoya, juega con la idea del horizonte, esa “línea imaginaria”, metáfora y “lugar imposible de llegar”, pero que en la historia se convierte también en “una especie de punto en común que podemos tener las personas que añoran el lugar de origen”.

“Mi experiencia con la novela fue una suerte de caminar sobre ese horizonte”, confiesa la limeña.

El caso personal de Montoya, maestra de escuela que cuenta con un postgrado en Educación por el arte en la Universidad Internacional de la Florida (FIU), fue diferente, ya que llegó a Miami con papeles en regla y desde 1992 radica en esta ciudad, en la que se ha casado con otro inmigrante y ha tenido a sus dos hijos.

“La escritura es ponerse en los zapatos de otros”, defiende la narradora, que se considera una peruana, y de hecho ha visitado Lima varias veces desde que estableció su residencia en Florida, pero a la vez dice ser una latina en EE.UU.

Su segunda novela, editada por el sello independiente español Carena, pone en evidencia las preguntas que se hacen los inmigrantes al poco de empezar su nueva aventura en tierras ajenas y que ella misma se hizo cuando dejó atrás su país, sacudido aún por la tensión social y política durante los primeros años del Gobierno de Alberto Fujimori.

“Esas ausencias, incógnitas y cuestionamientos que tenemos los inmigrantes: ¿Por qué me fui? Qué hago acá? Son preguntas que de alguna manera u otra llevan a la protagonista a encontrar las respuestas”, aseveró la escritora.

Fuente: EFE