Libros: Javier Calvo Pérez plantea claves para dirigir trabajadores en 'La Oreja Virtual'

Reconocido por dirigir una de las compañías con mejor clima laboral a nivel Latinoamérica, Javier Calvo Pérez, presentó su segundo libro “La Oreja Virtual”, sobre liderazgo y uso de plataformas digitales.

Hace cuatro años lanzó su primera obra “La Oreja en el Piso”, que expone la esencia del auténtico líder en la relación horizontal con sus trabajadores, escuchándolos y visitándolos en sus puestos de trabajo el mayor tiempo posible. El texto vendió, hasta la fecha, más de 16 mil ejemplares y es considerado material obligatorio de lectura en varias universidades y compañías que manejan equipos grandes de colaboradores.

Siguiendo su línea editorial, el representante de Liderman explica en “La Oreja Virtual” la necesidad que tienen las diversas empresas para comunicarse con tendencias innovadoras utilizando plataformas de internet y mundos virtuales así como también robótica e inteligencia artificial para llegar a todos sus trabajadores al mismo tiempo.

“Con la magia de las comunicaciones y la creación de mundos virtuales se logra hacer sentir que todos son tocados”, explica Javier Calvo Pérez.

Agregó que “los Líderes debemos apostar por este camino para mantener la empresa unida y comprometida. Las compañías están innovando con el uso de robots de telepresencia, robots para centros comerciales, drones de vigilancia y supervisión de áreas extensas, e incluso drones autónomos, submarinos o que monitorean el medio ambiente en tiempo real”.

“La Oreja Virtual” se lanzó el jueves 20 de octubre en las instalaciones de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC) con el objetivo de guiar a los empresarios sobre el apoyo que pueden tener para conducir a sus empresas utilizando las nuevas plataformas tecnológicas.

Javier Calvo Pérez Badiola, ‘Guardián de la Cultura Liderman’ y reconocido con el Premio LEC (Líder Empresarial del Cambio), mantiene firme su teoría que los líderes deben escuchar a su gente, ser grandes comunicadores y tomar decisiones más humanas que numéricas. “Las personas hacen los números, no los números hacen a las personas”, concluyó.