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Por: Maritza Luza Castillo
Al interior del mundo literario son pocos los autores que se les puede calificar de destacados, menos aun de virtuosos en el terreno de Cervantes. Sin embargo, mas allá de la trama en cuestión del libro, la frenética agilidad del lenguaje, propiedad, consecuencia, ritmo e interés al centímetro para el lector, solo se halla en los talentosos. En aquellos que hacen del idioma una flecha fulminante directo al corazón del leyente. Hablar de “Claire”, el libro de Teresa Mas, es una cita obligada con el arte.
1. ¿A qué responde el nombre del libro? ¿”Claire”, podría considerarse como la respuesta estructural a algún estímulo subconsciente?
El nombre del libro es Claire, porque pensé qué mejor título que el nombre de quien trata la novela y que impregna cada una de sus páginas. Además es un nombre que me gusta mucho. Yo estudio muy bien cada nombre que incorporo a mis relatos.
2. ¿De qué manera definirías el género al que pertenece la novela? En los primeros capítulos el lector se encuentra con suficientes elementos para considerar que la historia incurre en el terreno erótico, aunque encarna a la perfección en el thriller psicológico. ¿Cuál fue la intención al establecer tal paralelismo entre géneros?
La verdad es que me cuesta encasillarla en un solo género. Como bien dices, empieza con tintes románticos y eróticos, pero, desde que me surgió la idea de empezar a escribir, tuve claro que tenía que ser algo más que una historia de amor. Además de algo de misterio que atrapara al lector, también quise ambientar la historia en escenarios diferentes y atractivos; por cierto, lugares en los que nunca he estado.
3. Un aspecto importantísimo y excelentemente logrado es el trabajo del narrador omnisciente, el cual expone con maestría el desarrollo de los hechos, diálogos y situaciones. En consecuencia, “Claire” existe porque el narrador la define; y quién define al narrador el escritor. ¿Cuanto tiempo te llevó desarrollarte en estos niveles literarios?
Realmente empecé a escribir en el 2013. Claire es mi primera novela aunque, desde su inicio hasta que la acabé a principios del 2016, escribí otros relatos: unos cortos, dos novelas y un par de micorrelatos. Yo no he estudiado literatura ni nada parecido, excepto las clases de Lengua y Literatura que nos dieron en el instituto y ya ha llovido mucho desde entonces.
4. ¿Mantener la atención del lector en un texto de 588 páginas salvo grandes nombres de la escena literaria, Teresa Mas reconoce el don con el que nació?
Bueno, no sé si tanto como un don, ya me gustaría a mí escribir como los autores a los que tanto admiro. Lo que sí sé es que tengo una mente que viaja por su cuenta a mil y una historias de todo tipo: misterio, historia, romances, etc. y que sueño con ponerlas en papel para poderlas compartir. Luego está el tema publicación que es harina de otro costal, claro. Por ejemplo, Claire tenía unas 300 páginas más, pero era inviable poder sufragar los gastos de su publicación, por lo que tuve que acortarla.
5. Elaborar una historia en la que se contrapone los roles fundamentales de la maternidad insinúa un nivel mental bastante elevado, ¿Qué podrías acotar al respecto?
Desgraciadamente, es un hecho que no todas las madres responden al modelo de personas abnegadas y amantes incondicionales de sus hijos. Es un problema social y psicológico que está ahí y pensé que, tratado con la seriedad y rigurosidad que se merece para no dañar a quien lo sufre en su persona, podía ser un tema interesante para incluirlo en la novela.
La novela empieza con unas líneas que escribe la propia Claire:
“Madre siempre fue para mí una palabra extraña y distante. Un concepto opuesto al que tiene el común de los mortales sobre la persona que da vida y protege. Para mí, el infierno.”
6. Ahora si partimos del principio que la realidad supera ampliamente la ficción, hay historias que son la voz secreta de muchos seres que pasan por este mundo de manera anónima. ¿Qué piensas al respecto?
Como con todo lo que sucede en la novela, me he documentado con profesionales y me he entrevistado con víctimas para no tratar el tema de forma banal. Es inquietante y triste enterarte de historias de este tipo que le pasan a alguien que conoces y que jamás habrías adivinado porque lo guardan celosamente en secreto. Se te parte el corazón cuando coinciden en que de pequeñas no entendían qué habían hecho para que sus madres no las quisieran como las de sus amiguitas y, pasados los años, siguen sin entenderlo. Interiorizan la culpa y no consiguen ver que el problema nunca fueron ellas.
7. ¿Qué quisieras que “Claire” les deje como moraleja a los lectores?
El valor fundamental que he querido transmitir en la novela por encima de todos es el de la lealtad, tanto hacia uno mismo como hacia los demás. Además trato la amistad como yo la veo, un amigo es la familia que uno elige y, como tal, es algo que hay que cuidar y respetar con un mimo exquisito para que no se malogre con los avatares de la vida.
Como moraleja, quiero que los lectores vean que los problemas hay que superarlos y seguir adelante, porque solo tenemos una vida y es demasiado corta.
8. Escribir haciendo alusiones a los traumas y sentimientos interiores que contrastan con hechos cotidianos, y estos se encargan de mostrar emociones que pueden ser reveladas por los personajes sitúa al autor en una posición bastante complicada porque define un reto. ¿Cuánto de Teresa adora el reto?
Es cierto, resultó bastante complicado escribir sobre emociones, porque tienen que ser reales para que sean creíbles. Los retos siempre son interesantes ya que enfrentarte a situaciones complicadas enriquece la narración. El último que me he impuesto es el de escribir una novela histórica y, dada la época que voy a tratar, es bastante complicado. Para mí, esta es la madre de todos los retos, literariamente hablando, claro.
9. Por último, desearle suerte a “Claire”, está demás decirlo porque llegó para quedarse. Sin embargo, luego de augurarte un futuro prometedor en el mundo de las letras, ¿qué mensaje les obsequiarías a tus lectores?
Un mensaje de gratitud eterna porque sin ellos nada de esto tendría sentido. Los escritores independientes no escribimos por dinero, si bien, aspiramos a que se autofinancien las publicaciones, sabemos que de esto no vamos a vivir; pero, y esto lo digo por mí y me consta que alguna escritora amiga piensa igual, que un lector nos dedique su tiempo y además nos diga su opinión en una reseña, nos ilusiona y nos da la energía necesaria para seguir escribiendo.
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