'1814: La rebelión del Cusco', un videojuego sobre la independencia del Perú
Por Ronald Cotaquispe
1814: La rebelión del Cusco es el primero de varios títulos del Grupo Avatar (perteneciente a la Pontificia Universidad Católica del Perú) que nos pondrán en el rol de aquellos que lucharon por hacer al Perú “libre e independiente por la voluntad general de los pueblos”.
El juego de estrategia sigue la misma línea que productos como Age of Empires y, aparte de entretener, busca enseñar al usuario la historia del Perú.
Es imposible no notar que el mundo de los videojuegos está primariamente poblado por héroes oriundos del país del Tío Sam quienes, para colmo, defienden los intereses de los estadounidense. Ejemplo de esto es Frank Woods, el longevo soldado ‘gringo’ de Call of Duty: Black Ops II que vuelve a la acción en la segunda guerra fría contra China.
También está Connor Kenway, de Assassin’s Creed III, que continúa con la milenaria lucha entre asesinos y templarios durante la Guerra de Independencia de los Estados Unidos.
Cualquier ‘gamer’ peruano con el más mínimo sentido de patriotismo no puede evitar cuestionarse: ¿por qué el héroe no puede defender otra bandera, una que tenga los colores rojo y blanco?
Lo mismo se preguntó un grupo de alumnos, docentes y personal administrativo de la PUCP cuando empezaron con el proyecto 1814: La rebelión del Cusco, el primer videojuego que trata sobre la independencia de nuestro país.
Como pueden ver a partir de su tráiler, este uno de los títulos más ambiciosos que se hayan desarrollado en el Perú. En él tomamos el papel de los hermanos Angulo, quienes en 1814 protagonizaron un levantamiento contra el virrey José Fernando de Abascal.
Este videojuego muestra que el proceso de emancipación no comenzó con José de San Martín y Simón Bolívar, y que desde antes de la llegada de ambos próceres hubo peruanos que se levantaron en contra de la corona española.
HISTORIA DE UNA REVUELTA
1814: La rebelión del Cusco es un juego de estrategia, así que quienes lo prueben no podrán evitar compararlo con la saga Age of Empires, no solo por el contenido – los dos nos dejan participar de eventos históricos– sino por el gameplay. Y es que en ambos que el jugador comanda grupos de soldados a través de distintos campos de batalla o “mapas”, como a veces los llaman los ‘gamers’.
La trama de este título se divide en tres partes: la primera es la toma del Cusco por parte de los hermanos Angulo; en la segunda, los protagonistas se dirigen a Arequipa y, con la ayuda de un contingente de patriotas liderados por el cacique Mateo Pumacahua, ganan la Batalla de la Apacheta.
La conclusión de esta gesta patriota llega con la Batalla de Umachiri, en Puno. Ahí, los más de 14.000 rebeldes – en su mayoría campesinos armados solo con hondas y garrotes- caen ante el fuego de los mosquetes de 1.300 soldados realistas comandados por el brigadier Juan Ramírez Orozco.
De esta manera, 1814: La rebelión del Cusco no tiene un final muy feliz que digamos pero, no se preocupen, los independentistas tendrán su revancha.
EL INICIO DE UNA SAGA
El desarrollo de este juego comenzó en el 2010. El equipo que emprendió esta iniciativa, conocido como Grupo Avatar, acudió al historiador Antonio Zapata para adaptar a un guión los acontecimientos ocurridos durante el levantamiento de los Angulo. Luego, artistas gráficos diseñaron personajes y escenarios, mientras que programadores se encargaron de darles vida con tecnología Java.
1814: La rebelión del Cusco forma parte un plan de larga envergadura llamado Proyecto Bicentenario, que plantea una saga de varias entregas. Es decir, el referido juego tendrá una segunda parte o incluso más, y en ellas podremos ser testigos de las campañas de San Martín y Bolívar, así como la posterior Proclamación de la Independencia.
Como llevar a cabo este plan no es fácil, el Grupo Avatar anda en busca de socios y colaboradores. Sus integrantes indicaron que aceptan la ayuda de todo aquel que esté interesado y capacitado para crear juegos, pero como personas con estas calificaciones aún escasean en nuestro país, también se dedican a formarlos a través de un curso y una diplomatura en desarrollo de videojuegos.
1814: La rebelión del Cusco todavía se encuentra en fase beta. En un par de meses estará listo y podrá ser descargado gratuitamente desde una página web que se dará a conocer pronto.
Hasta el momento unos 500 alumnos de secundaria ya han tenido oportunidad de probarlo. Y, si bien este juego tiene como fin principal enseñar la historia de nuestro país, eso no le quita lo divertido. “Todos los videojuegos tienen de por sí algo que enseñarnos”, señala el Grupo Avatar en su página web.