The Walking Dead: Andrew Lincoln también lloró muerte de Beth Greene

Rick Grimes fue testigo del disparo que acabó con la vida de Beth (Emily Kinney) en los últimos minutos del octavo episodio de la quinta temporada de The Walking Dead.

En ese marco, Andrew Lincoln conversó con Entertainment Weekly y reconoció que la muerte de la menor de las Greene fue un golpe muy duro que no vio venir.

“No tenía la menor idea y creo que todo el mundo se tambaleó por eso. Siempre que hay tres episodios sin una muerte sabes que el augurio no es nada bueno. Todo el mundo empieza a sentirse nervioso”, dijo antes de comentar que “Emily es una persona muy querida en el set y es una actriz increíble.

Para el actor que encarna a Rick Grimes, si Emily Kinney no hubiera hecho un gran trabajo como Beth Greene, “no hubiera estado en la línea de fuego”.

“Necesitábamos un impacto emocional y, por desgracia, Beth fue el personaje que lo hizo esta temporada. Fue terrible”, sostuvo antes de lamentar no haber compartido muchas más escenas con la actriz de 29 años.

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Sobre el rodaje de la trágica escena, manifestó que para este tipo de secuencias intensas intenta relajarse previamente, escuchando música. No obstante, confesó que si bien fue divertido ver a Norman Reedus cargando a Emily Kinney, tropezar con la reacción de Lauren Cohan y Steven Yeun fue demasiado.

“Le di la espalda a la cámara porque mis ojos estaban llorando. Las lágrimas rodaban por mis mejillas. Ver las actuaciones de Lauren Cohan y Steven en esa escena hizo que mi mente explotara al reconstruir esas cosas y después explotó de nuevo. Ellos son tan buenos (…) Odio decir adiós a la gente en la mejor de las épocas”, agregó.

¿Qué pasará ahora con el grupo? Lincoln refirió que si bien están juntos nuevamente, “estamos perdimos” a raíz de la muerte de Beth. No obstante, Rick no tiene tiempo para lamentarse y debe “dar un paso adelante como líder”.

‘‘CÁLLATE’‘
Andrew Lincoln dijo entre risas que para él también fue extraño que Rick le grita “cállate” al oficial Lamson (Maximiliano Hernández) después de asesinarlo, cosa que hizo saber al guionista Scott Gimple. Sin embargo, confesó que previamente había insistido al también productor que quería acabar con el “tío calvo”.

El actor señaló que si bien Rick todavía tiene un soporte emocional en Daryl, señaló, recordando las palabras de Gareth (Andrew J. West), que “no se puede volver atrás”. De esta forma, dejó en claro que el sheriff seguirá derramando sangre, aunque aún así se pregunta si se está convirtiendo en una persona similar al caníbal de Terminus.

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De otro lado, respecto a la invitación a las personas del Grady Memorial Hospital para que se unan a su grupo, Andrew Lincoln explicó que esta fue dirigida más que todo a las personas que estaban detrás de los policías.

“Fue más como ‘tú has tomado a uno de nosotros, así que voy a tomar lo que quiero’. Era un juego de poder (…) Yo estaba furioso y quería asumir más personas. Quería provocar. Esa es la forma que yo quería. Yo no taba bien en esta situación y estaba tan lastimado que quería desahogarme”, añadió.

De todas maneras, manifestó que no puede creer que tenga la oportunidad de ganarse la vida como actor de The Walking Dead. En esa línea, adelantó que “el episodio 9 es uno de los grandes episodios que hemos hecho y el 10 es el episodio que siempre he querido hacer”.

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