Miguel Ángel Silvestre interpreta a Franklin Jurado,un huérfano adoptado por el Cartel de Calí. (Foto: Netflix)

Miguel Ángel Silvestre interpreta a Franklin Jurado,un huérfano adoptado por el Cartel de Calí. (Foto: Netflix)

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La tercera temporada de Narcos ya está disponible en Netflix y tras el asesinato de Pablo Escobar (Wagner Moura) al final de la segunda entrega, la DEA ahora ha puesto el ojo encima del Cartel de Cali.

Uno de los personajes nuevos es Franklin Jurado, interpretado por Miguel Ángel Silvestre, actor español conocido por protagonizar series como Sense8 y Velvet.

“Pablo Escobar creó un ejército y grandes riquezas. En cambio, en el caso del Cártel de Cali uno de sus objetivos era abrir muchos negocios y en algún momento poder hacerlos legítimos para dejar una gran herencia a sus familias. Su fuerte fue generar mucho dinero y a través de ahí conquistar el poder», contó Silvestre en una entrevista con ABC.

Pero esa no es la única diferencia entre Escobar y los nuevos protagonistas. “Además, eran menos violentos. Ajustaban cuentas entre ellos, pero no tiraban un avión. Decían ‘nuestros problemas los resolvemos entre nosotros y dejamos a los civiles aparte’. También se diferencian en su origen, Pablo Escobar venía de la pobreza y estos ya eran ricos”, agregó el mexicano José María Yazpik, quien da vida al narcotraficante Armando Carrillo.

Franklin Jurado era un huérfano y fue adoptado por el cartel de Cali debido a su don para las matemáticas. “Tengo algo de información sobre él, pero no le he podido ver hablar. Él quería devolver con creces a su familia, el cartel de Cali, todo lo que estos le habían dado. Eran su única familia. Pero su mujer se engancha a la cocaína y se da la paradoja que lo que me hace rico se lleva al amor de mi vida”, explicó el actor español.

En la misma entrevista, Miguel Ángel Silvestre reveló que uno de sus mayores retos en Narcos fue aprender a imitar el acento del país. “Estuve platicando con Norman horas y horas. Me siento muy privilegiado de que Netflix quiera contar conmigo para interpretar cualquier personaje latino, pero unos de los compromisos era intentar ser fiel con la forma de hablar. Entonces me pusieron un coach, Norman, y estuve horas y horas hablando con él, tomándonos cafés… Así, mientras aprendía la cultura iba cogiendo ese acento que para nosotros es tan dulce. Una de las sorpresas que me he llevado ha sido encontrarme con un país que habla mi idioma de una forma muy sofisticada, con muchos sinónimos… Le di más valor a este idioma tan romántico y preciso”.