Glee: ¿Qué pasó en el episodio 5 de la temporada 6?

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En The Hurt Locker, Part Two, quinto episodio de la cuarta temporada de Glee, la serie regresa a sus raíces de la primera temporada: la vieja escuela de los años 80 y 90. Solo de esta forma, los New Directions dejan en una posición incómoda a los Warblers y Vocal Adrenaline. Además, logran emocionar a la directora Sue Sylvester (Jane Lynch).

El capítulo arranca con el final de la presentación de los Vocal Adrenaline, quienes, liderados por Clint (Max George), dejaron cabizbajos a los New Directions con sus piruetas y bailes. Terminada la canción, Sue anuncia que los Warblers se presentarán al día seguiente y los New Directions después. El cambio molesta a todos, salvo a Rachel (Lea Michele), quien ahora tiene 48 horas para reclutar nuevos miembros.

En ese marco Kurt (Chris Colfer) convence a Rachel de ir por Kitty (Becca Tobin), aunque la directora del club Glee duda que la porrista acepte. Kitty está resentida con Rachel porque esta nunca aprendió su nombre. “Ella me odia, estaba tan decidida a ser una estrella de Broadway que ni siquiera aprendí su nombre. Ninguno de sus nombres”, reconoce Rachel.

Poco después, Kurt tiene su segunda cita con Walter (Harry Hamlin) en un restaurante donde Sue trabaja como camarera. ¿Qué? Sí, la directora sigue adelante con su plan para que Kurt y Blaine (Darren Criss), ‘Klaine’, se reconcilien, pero Walter es un tenaz oponente. El nuevo amigo de ‘Porcelana’ no se amilana ante los chistes geriátricos de Sue y la deja mordiendo el polvo cuando le pregunta su edad. No obstante, como esta estrategia no funciona, todavía le queda ¿el secuestro?

(Foto: Fox)

No sabemos cómo, pero Sue construyó un ascensor falso en McKinley en el que Blaine y Kurt terminan encerrados. Su plan es tenerlos en un espacio cerrado y reducido para que puedan hablar, aunque también mete las manos al ‘atormentarlos’ con una marioneta de ella al estilo Saw. El títere de Sue advierte a ‘Klaine’ que si no se besan, los dejará encerrados hasta que se asfixien y mueran. “La decisión es suya”.

Mientras tanto, la Sue real obliga a los Warblers a salir a escena sin su líder, a quien no encuentran en ningún lado. De todos modos, los chicos del brazer azul marino cantan My Sharona de The Knack y después You Spin Me Round de Dead Or Alive.

ENLACE: Glee: ¿Qué pasó en el episodio 4 de la temporada 6?

Como ahora es el turno de los New Directions, Sue quiere que fracasen estrepitosamente y por eso hipnotiza nuevamente a Sam (Chord Overstreet) para que convenza a Rachel de usar las que, considera, son las peores canciones de la historia: Justified and Ancient de The KLF, Dear Mr. Jesus y Ascension Millennium de Corey Feldman. Cuando Sam pasa esta lista a Rachel, intenta besarla, pero ella lo rechaza. Una vez que su amigo vuelve en sí, le pide ayuda para traer a más estudiantes al club.

Dicho y hecho, Sam aborda a Spencer (Marshall Williams), pero este le dice que no puede permitirse el lujo de unirse a los New Directions porque si los demás miembros del equipo de fútbol “huelen un poco de gay en mí, todo por lo que he trabajado quedará en ruinas”. No obstante, Sam le recuerda que cuando el fallecido Finn (Cory Monteith), ex mariscal de campo de McKinley, ingresó al club Glee, las cosas cambiaron en la escuela para siempre.

(Foto: Fox)

De vuelta en la sala del coro, Rachel se siente hundida por la presión y el ingreso de un uniforme de las Cheerios la toma por sorpresa. Es Kitty, quien está dispuesta a dejar pasar su resentimiento porque adoraba formar parte del club. Es así que ayuda a Rachel a encontrar el setlist perfecto para la competencia… y para llegar a Sue. Kitty sabe que la directora tiene una lista de reproducción secreta en su computadora, con canciones que tienen el potencial de emocionar a su frío corazón. Con una horquilla abre la puerta de la oficina de Sue y Rachel se sorprende al ver que Kitty sabe las contraseñas de la directora. La porrista le explica que sobornó a Becky (Lauren Potter) con unos Twinkies mexicanos a cambio de la contraseña: Thunderbolton69.

Al día siguiente, Rachel descubre al entrenador del coro de sordos, quien ahora también es un policía a tiempo parcial, curioseando entre sus cosas. Él dice que está investigando la desaparición de ‘Klaine’ y que ella es la principal sospechosa. Dejándolo que haga su trabajo, se reúne con su equipo y les da a conocer el nuevo setlist, el mismo que tienen unas horas para aprender. Los novatos se resisten al cambio de último hora, pero Kitty defiende a Rachel. Además, Spencer hace su milagrosa aparición el club con su talento de rockstar. Ya son seis New Orders.

Todo este tiempo Blaine y Kurt han seguidos atrapados en el falso ascensor y para matar el tiempo recuerdan su pasado juntos. La pareja rememora que querían llamar Fettucini Alfredo a su primer hijo y que Kurt creía que MC Hot Chocolate era un excelente nombre para un rapero, pero se vuelven a distanciar cuando Blaine menciona a Karofsky (Max Adler). En esas circunstancias, la marioneta de Sue vuelve a ingresar y les avisa que está llenando el ambiente con un aerosol que promueve la estimulación sexual. Solo les quedan unos minutos.

Los New Directions están a punto de subir al escenario con Spencer y Kitty a la cabeza. El dúo canta It Must Have Been Love de Roxette, tema que coge desprevenida a Sue. En ese mismo momento, Blaine y Kurt acuerdan besarse pero que tal demostración no significará nada. Su beso dura varios segundos y cuando separan los labios, la puerta del ascensor se abre y corren en dirección al auditorio.

(Foto: Fox)

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Cuando ‘Klaine’ se reúne con todos los demás, Roderick (Noah Guthrie) asume la voz principal para cantar Father Figure de George Michael y Sue está a punto de caer presa de sus emociones, las mismas que se desbordan cuando los novatos interpretan All Out of Love de Air Supply. Sue no puede hacer nada más que reconocer que el club Glee ganó el concurso.

En los bastidores, Clint recrimina al señor Schu (Matthew Morrison) por preocuparse más por Rachel que por su propio equipo, mientras que Sue le dice al profesor que ya pagó su pena por haber dejado el tenedor de plástico sobre la mesa.

Al final, Blaine y Kurt le dicen a Sue que su maniobra no funcionó porque haber estado encerrados les sirvió para exterminar odios y quedar como amigos, pero más tarde, la directora le dice a Becky que todo marcha según su plan para reconciliar a ‘Klaine’.