Chespirito: 10 frases de Roberto Gómez Bolaños sobre la tristeza y la depresión

Roberto Gómez Bolaños, ‘Chespirito’, no era ajeno a la tristeza. En una columna que escribió en 2006 para SoHo, el comediante mexicano habló de la pena y la depresión, sentimientos que, confesó, albergó en más de una ocasión.

La revista republicó el texto para recordar al creador de El Chavo del 8 y El Chapulín Colorado, quedando claro que a pesar de que ‘Chespirito’ era una persona como cualquier otra, siempre luchó por tener una sonrisa entre los labios.

De todos modos, rescatamos estas frases de texto de Roberto Gómez Bolaños:

1. “Tal vez piensan que la vida de un comediante es una carcajada constante. Obviamente, no es así”.

2. “La depresión es un proceso natural que es necesario, como un ciclo vital en el que algo nace lleno de empuje y vitalidad, crece y al alcanzar el clímax, decrece poco a poco para dar paso a lo nuevo”.

3. “En ocasiones, cuando estamos inmersos en un proyecto muy grande, nos comprometemos de tal manera, que cuando termina nuestro cuerpo y nuestro espíritu requieren esta pequeña depresión para adaptarse. Lo mismo ocurre cuando experimentamos un cambio, sea cual sea, pues eso nos genera un duelo que debemos afrontar”.

4. “Hay depresiones sencillas, más bien cotidianas y de esas puedo hablar con mayor soltura, pues no me son ajenas”.

5. “No soy, por ejemplo, afecto a las fiestas de cumpleaños, me parecen aburridas y cuando debo asistir, prácticamente son para mí un sacrificio. Sin embargo, si veo las noticias y en ellas aparecen las imágenes descarnadas de las guerras, me lleno de tristeza, de impotencia y comento con Florinda, mi esposa, que ‘de plano, sí prefiero las fiestas de cumpleaños’”.

(Foto: Televisa)

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6. “He de ser sincero y decir que, como el común de las personas, me deprimen los días nublados o lluviosos. No sé si es una especie de nostalgia aprendida o, simplemente, la cuestión fisiológica que relaciona la luz del sol y su calor con la vida”.

7. “A veces siento que mi ánimo empeora cuando salgo de casa y veo el estado en el que se encuentra mi amada Ciudad de México. Un lugar que mi infancia, mi adolescencia, mi juventud e incluso mis años ya maduros conocieron como una de las más bellas del mundo, y que hoy parece estar tomada por asalto, llena de basura, de violencia y de un desorden promovido desde autoridades indolentes (en el mejor de los casos) o descaradamente cómplices del caos”.

8. “Lo que más me duele es la falta de solidaridad en el mundo, en particular, de los mexicanos (…) No nos hemos sabido hermanar en lo importante y nos hemos enemistado eternamente en lo trivial y pasajero”.

9. “Me agobia la falta de amor, porque si tuviéramos más empatía y tolerancia con los demás, nuestro entorno global sería distinto. Es desolador, por ejemplo, ver cómo el amor se está volviendo un artículo de lujo, difícil de conseguir, cuando es algo tan sencillo y natural que debería estar en la mirada de todos, en el corazón de cada persona y aun en la palma de la mano para estrechar hasta la del enemigo”.

10. “Me desmoraliza también tener una mente clara y vigente, en un físico que ya no me responde como antes. Aunque eso se convierte en agradecimiento, porque mi cuerpo me ha servido bien y está en muy buenas condiciones, a pesar del mal trato que en algún momento le he dado, como cuando fumaba. Nadie debería fumar, es una tontería; si supieran los daños que causa, como los he conocido yo, no lo harían”.

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