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Los jefes de Estado y de Gobierno de la eurozona intentan este lunes abrir la vía para llegar a un acuerdo estable y duradero con Grecia en los próximos días, que evite la salida de ese país del euro y permita reconstruir la confianza entre los socios.
El presidente permanente del Consejo Europeo, Donald Tusk, afirmó que la propuesta que Grecia ha puesto este lunes sobre la mesa es “la primera real en muchas semanas”, a la vez que advirtió de que el tiempo apremia, “se acaba, tanto para Grecia como para todos nosotros”.
“Lo más importante es que los líderes asuman toda la responsabilidad del proceso político para evitar el peor de los escenarios, que significaría un grexident (una salida accidental de Grecia del euro), caótico e incontrolable”, señaló.
Fuentes europeas dijeron por su parte que un escenario de “grexit ya no es un tema tabú. Pero por supuesto que lo queremos evitar, es la última opción (…) Todos estamos aquí para evitar el grexit. Todos queremos que Grecia se quede en la eurozona”, señalaron.
No se esperan decisiones formales de esta cumbre extraordinaria, sino más bien el impulso político necesario para alcanzar un acuerdo en los próximos días, con el horizonte del próximo jueves y viernes cuando de nuevo se reunirán los líderes en la cumbre regular prevista para esos dos días y que irá precedida probablemente por una reunión de sus ministros de Economía y Finanzas.
Fuentes diplomáticas indicaron que los objetivos de esta cumbre consisten en “inyectar dinamismo a las negociaciones y tener discusiones políticas al más alto nivel. Ver las intenciones de los líderes y sus posibles consecuencias, añadir claridad a las negociaciones”, que no se desarrollan a nivel técnico.
“Esta noche quiero todas las cartas sobre la mesa, esto no significa que quiera negociar detalles técnicos, significa que quiero poner fin a estos juegos políticos”, agregó Tusk.
La canciller de Alemania, Angela Merkel, señaló por su parte que tras la reunión del Eurogrupo previa a esta cumbre no hay “base para tomar decisiones”, y por ello la cumbre “solo puede ser de orientación”.
En línea similar se pronunció el canciller federal austríaco, Werner Feymann, quien dijo que esperaba “un resultado positivo aunque sea el jueves” y subrayó que, en esta cumbre de “orientación”, los países deberían hacerse “la pregunta política de si queremos un acuerdo y creo que deberíamos decir sí a la misma”.
Para el presidente de Francia, François Hollande, la nueva propuesta de Atenas es “más precisa y fuerte”, y a su juicio prueba que “quiere salir de esta crisis, asumir sus responsabilidades”.
Hollande subrayó que un acuerdo “tiene que ser global y duradero. Si tenemos esta ambición, todavía puede llevar algunos días antes de alcanzarlo”.
El primer ministro luxemburgués, Xavier Bettel, afirmó por su parte que “ya no es que nos queden cinco minutos para que den las 12”, en relación a la fecha del 30 de junio cuando expira el rescate a Grecia, sino “que nos quedan 30 segundos para las 12”.
Bettel, que dijo esperar un resultado en las negociaciones que quedan por delante, señaló que también quería “ver las propuestas griegas. Es hora de que nos pongamos de acuerdo”, al considerar que la paciencia de los socios está al límite.
Por su parte, el primer ministro de Bélgica, Charles Michel, reconoció que “ha habido mucha irritación contra Grecia” y que ahora “es necesario encontrar una solución, primero por Grecia y los griegos, y también por todos a los europeos”.
Michel señaló que espera que “para el fin de semana” Grecia y las instituciones acreedoras (la CE, el BCE y el FMI) hayan sido capaces de encontrar la solución, aunque subrayó que para ello “hay que ver si esas propuestas son realistas y creíbles, y permiten una solución, que no puede llega a cualquier precio”.
“La condición es que el Gobierno griego asuma sus responsabilidades, con propuestas realistas, creíbles y duraderas”, afirmó el primer ministro belga, que reconoció que “hay algunas señales mas positivas”.
“Espero escuchar compromisos de Grecia. Nos quedamos sin tiempo. Estamos aquí para hablar de un acuerdo, que espero sea posible”, dijo el primer ministro de Estonia, Taavi Roivas, que insistió en que los países “necesitamos escuchar de los griegos un mensaje que asegure (que harán) compromisos”.
El primer ministro de Italia, Matteo Renzi, se mostró más conciliador hacia Atenas, y subrayó que además de que ambas partes han de trabajar para lograr un acuerdo, “la UE tiene también una obligación moral hacia un gran país como es Grecia. No es solo una discusión de naturaleza económica… Todos tenemos que trabajar para que haya acuerdo”, agregó.
(Fuente: EFE)