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El Tribunal Supremo de Estados Unidos dictaminó este lunes que el inventor de un juguete del superhéroe Spider-Man no tiene derecho a recibir más compensaciones económicas por parte de Marvel tras expirar la fecha de su patente.
El pequeño artefacto creado en 1991 por Stephen Kimble, que se coloca en la muñeca y dispara hilos de espuma, se convirtió en la base del popular “Web Blaster”, uno de los juguetes estrella de Marvel Enterprises.
Marvel adquirió la patente en 1997 y acordó pagar a Kimble “de forma indefinida”, aunque en 2010 optó por no hacerlo más ya que un precedente exoneraba a la compañía de desembolsar más dinero una vez que la patente ha expirado.
La mayoría de las patentes son válidas por un periodo de veinte años.
En 2013, el caso llegó al Tribunal de Apelaciones del Noveno Circuito, que dio a Marvel la razón al sentenciar, conforme al precedente de 1964 – Brulotte v. Thys Co. -, que los titulares de los derechos sobre una patente no tienen derecho a cobrar más compensaciones económicas una vez que vence el registro de la misma.
Kimble apeló contra esa decisión ante el Tribunal Supremo por la antigüedad del precedente, pero el fallo se ha mantenido después de que los jueces se manifestaran con seis votos a favor y tres en contra.
“En este mundo, un gran poder conlleva una gran responsabilidad”, dijo la jueza Elena Kagan al respecto, empleando una de las frases más famosas del cómic de Marvel.
Por esa misma razón, explicó, la corte no debería desautorizar el precedente.
Samuel Alito, uno de los jueces que se mostraron en contra del dictamen, consideró que el precedente que previene el pago de regalías tras la expiración de una patente se basa “en una teoría económica que, desde entonces, ha sido desacreditada”.
Para Alito, el precedente “carece de base y es dañino”.
En este caso, Marvel sostiene que no está obligada a pagar más a Kimble basándose en las ventas de sus productos tras la caducidad de la patente.
Kimble ha recibido más de 6 millones de dólares por parte de la empresa para usar su artefacto.
Para el abogado de Kimble, el precedente de hace más de 50 años “suprime la innovación e interfiere con los objetivos del sistema de patentes”.
(Fuente: EFE)