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El Banco Asiático de Desarrollo (BAsD) rebajó sus pronósticos de crecimiento para Asia de un 6,3 a un 6,1 por ciento, debido sobre todo a la pérdida de dinamismo de la actividad económica en China. En entrevista con DW, el economista jefe de dicho instituto financiero, Shang-Jin Wei, habló sobre los efectos que esto tendrá en la economía global y regional.
DW: ¿Cuál es pronóstico del ADB para China durante este y el próximo año?
Shang-Jin Wei: Prevemos un crecimiento del 7 por ciento para este año en China y uno del 6,8 por ciento para el entrante. Estas cifras están 0,2 puntos porcentuales por debajo de muestro pronóstico de marzo.
¿Cuáles son los principales factores que han desacelerado la economía china?
La débil demanda externa de los países de altos ingresos, la reducción de la población en edad de trabajar y el aumento de los sueldos han contribuido a frenar la expansión económica china. Un signo claro de la desaceleración es el relativamente bajo crecimiento de las inversiones. Las inversiones industriales se han visto afectadas por un crecimiento más débil de las ventas y un exceso de capacidades de producción en ciertas industrias.
Más allá de lo anterior, se vuelve cada vez más importante hacer reformas, especialmente para reducir el predominio de empresas estatales y permitir a las empresas del sector privado conseguir fondos con mayor facilidad.
¿Qué impacto tendrá este crecimiento más moderado de China en el área?
La desaceleración de China repercute en toda la región. Debido al tamaño del país y sus estrechos lazos con los vecinos, al igual que a sus inversiones directas en el exterior, la disminución del crecimiento chino tendrá un efecto perceptible en el resto de Asia. De todos modos, el impacto será mayor en unos países que en otros. Para algunos, representa incluso una oportunidad.
Dado que una de las causas de lo que ocurre en China es el aumento de los sueldos, países como Bangladesh o Myanmar están trabajando para incrementar su participación en sectores del mercado mundial que solía dominar la industria china.
¿Y qué pasa con India?
Mantenemos nuestra previsión de crecimiento en un 7,8 por ciento para India en 2015. India es menos dependiente de la demanda externa, de modo que el debilitamiento de los países desarrollados no la afecta tanto como a China.
¿Qué impacto tendrá el menor crecimiento de Asia, y en particular de China, en la economía mundial?
En los últimos años, Asia en conjunto estuvo contribuyendo con cerca de un 60 por ciento al crecimiento del PIB global. China, por sí sola, aportó un 30 por ciento. Entonces, ya en el plano matemático, se hará perceptible el impacto. Una reducción del crecimiento chino de un 0,4 por ciento (del 7,4 en 2014 al 7 por ciento en 2015) llevaría a revisar a la baja el crecimiento mundial en 0,4 X ¼, es decir, en un 01 por ciento, y eso es muy significativo para un solo país.
Demás, las economías asiáticas, incluyendo a China, Japón, Corea, Singapur, Malasia y Tailandia, están integradas a las economías de Europa y Norteamérica. Por ejemplo, estudios del ADB y otros demuestran que China ha sido la principal fuente de partes de automóviles y componentes para empresas automotrices de Alemania y Estados Unidos. El creciente entrelazamiento implica el éxito de una economía, que con frecuencia está ligado al éxito de las otras.
(Fuente: Deutsche Welle )