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La vedette española Mayté Maldonado, ahora entregada a la fe católica y que tuvo en los años 60 una fulgurante carrera como estrella del cabaret “El Sombrero” en Panamá, afirmó que está “casi segura” de que su entrañable amigo y admirador Omar Torrijos (1929-1981) fue asesinado.
María Teresa Hernández Ballesteros (1944, Rollán, Salamanca), Mayté del Mar (nombre artístico) o “La condesa”, como le puso el fallecido periodista Iván Frontera, dijo en una entrevista con Efe que al general panameño lo mataron.
“Estoy casi segura que a Omar lo mataron, y sé toda la gente que andaba alrededor de él y sé todo lo que estaba pasando allí”, indicó Maldonado, que regresó a Panamá, 36 años después de su última estancia en 1979, para presentar sus memorias La Condesa se confiesa en la XI Feria Internacional del Libro (FIL) de Panamá, que culmina este domingo.
En sus memorias, escritas por el escritor puertorriqueño Luis R. González Argüeso, Maldonado cuenta pasajes importantes de su amistad con el general panameño y su hermano “Monchi” Torrijos, y señala que el primero murió por una bomba.
Ambos la iban a ver bailar a “El Sombrero”, donde era la estrella del lugar.
El general Torrijos murió el 31 de julio de 1981, a los 52 años de edad, cuando la avioneta en la que viajaba explotó en pleno vuelo y cayó sobre las montañas de la provincia central de Coclé, en una zona conocida como Cerro Marta.
Treinta y cuatro años después, su muerte sigue siendo un misterio y objeto de conjeturas.
Durante su Gobierno de facto, que se instauró tras una golpe de Estado al tres veces presidente y las tres derrocado Arnulfo Arias (1901-1988), se firmaron los Tratados Torrijos-Carter (1977).
Gracias a esos tratados, el Canal interoceánico fue transferido por Estados Unidos a Panamá y se puso fin a la presencia colonial y militar estadounidense el 31 de diciembre de 1999.
Maldonado confesó que sabe “muchos secretos” de Panamá y que “puede decir más” cosas que no puso en el libro porque sus abogados en Puerto Rico, donde vive hace 30 años y obtuvo la nacionalidad estadounidense, le recomendaron no hacerlo, porque podía ser “un poco peligroso”.
“Pero la vida es así, y hay algunos secretos que, pues, se irán a la tumba”, aseguró.
Fue por esta cantidad de secretos en su poder, indicó, que tuvo que salir de Panamá porque ya el ambiente estaba “un poco cargado”.
“Sentía un poco de temor, no solo por mí, por él (Omar), por ‘Monchi’, por muchas personas que no podían irse de aquí, pero al menos yo sí podía irme, y me fui con mucho pesar y después se dio todo lo que yo estaba temiendo”, afirmó.
Uno de estos secretos “hasta ahora no revelado” y que se atrevió a poner en sus memorias es el relacionado con el traslado en 1979 desde Estados Unidos a Panamá del depuesto sha de Irán, Mohamed Reza Pahlevi, que atravesaba por serios problemas de salud.
Según la versión oficial, el sha, que murió de cáncer en Egipto en 1980, fue recibido en Panamá y se alojó en la Isla de Contadora, en una acción humanitaria del Gobierno panameño ante una petición del entonces presidente estadounidense Jimmy Carter.
“Jamás estuvo el sha de Irán en Panamá, el que estuvo era un doble, ese fue otro secreto guardado hasta ahora, ese secreto solamente lo sabíamos Omar, Monchi y yo”, afirmó Maldonado.
“La Condesa”, que se define como una mujer luchadora y de retos y también de metas, que superó un cáncer de pecho y que tuvo un hijo al que le dio una educación del “mejor nivel”, presume también de ser la que motivó a que el general Torrijos diera el golpe de Estado que lo llevó al poder.
Incluso, según narra en sus memorias y sostiene en persona, fue la que sentó las bases de lo que considera el “paraíso fiscal” panameño trayendo con su influencia bancos de España y otros países para que se asentarán en Panamá.
Maldonado también alardea de haber conocido al príncipe Aga Kahn, al príncipe Carlos de Inglaterra y a Aristóteles Onasis, entre otras personalidades, por su amistad con Gilberto Arias Guardia, exitoso e influyente abogado panameño, hijo del expresidente Harmodio Arias y con estudios en la Universidad de Harvard y en Yale Law School.
La vedette española, que vive en Puerto Rico, donde tiene una fundación en apoyo a la Iglesia católica, dijo que todo lo que se ha propuesto lo ha conseguido “sin hacer mal a nadie” y que lo único que lamenta es no haber podido hacer “el santuario de nuestra señora madre de la Divina Providencia” en la isla caribeña.
“Es lo único que yo no he podido hacer en mi vida”, confesó Maldonado, apellido que lleva por su último esposo, el periodista puertorriqueño nacido en Nueva York Alex W. Maldonado.
Entregada a la Iglesia católica hace 25 años tras sobrevivir a un cáncer de pecho, “La Condesa” dijo que está “pensando seriamente” hacer en Panamá una Fundación Jesús de Nazaret y llevar un programa en la televisión católica que se llamará “Superación y algo más”.
(Fuente: EFE)