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Alejado de los aulas en vida, el autor de Los detectives salvajes creó una obra que tras su muerte se estudia desde nuevas perspectivas en el curso Roobert Bolaño: Estrella distante, celebrado en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Santander.
La cátedra, a la que asisten expertos en la literatura del escritor chileno, fue inaugurada por el secretario de Cultura de España, José María Lassalle.
“Bolaño hace posible una gran literatura que colisiona con los parámetros de la sociedad del espectáculo de nuestros días (…) Hablar de Bolaño es hablar de la complejidad de nuestro mundo, de los sinsabores, de los desarraigos”, observó Lasalle, citado por El País.
Desde su visión política, el funcionario consideró que las ficciones de Roberto Bolaño son un “espejismo crepuscular que capta una sensación de apocalipsis feliz” que interpretaron, antes de que ocurrieran, tragedias del siglo XXI como el 11-S .
Lasalle definió al cuentista de Putas asesinas como un “hijo latinoamericano de la Ilustración, un ser excéntrico que se sabe derrotado de antemano”, y valoró su “compromiso estético” y su “rechazo la violencia como una experiencia estética subversiva frente a la normalidad burguesa”.
Para aproximarnos al pensamiento del lector voraz, recordemos una frase del narrador y poeta en su célebre entrevista a la revista Playboy de México, la última que concedió antes de su temprano fallecimiento a los 50 años en 2003: “El mundo está vivo y nada vivo tiene remedio. Esa es nuestra suerte”.
Tres de las obras de Bolaño figuran entre las |5 primeras de los 100 mejores libros en español publicados durante el último cuarto de siglo, según una lista realizada en el 2007 por críticos españoles y latinoamericanos.