Luis Hernández, poeta de la generación del 60, es una de las voces más originales de la lírica peruana. (Imagen: Casa de la Literatura)

Luis Hernández, poeta de la generación del 60, es una de las voces más originales de la lírica peruana. (Imagen: Casa de la Literatura)

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En homenaje a uno de los poetas más originales y enigmáticos de la segunda mitad del siglo XX, la Casa de la Literatura Peruana (Casalit) abrirá este miércoles 26 la exposición El sol lila. Constelaciones poéticas de Luis Hernández.

La muestra en torno a la obra del vate de la generación del 60, autor de Las constelaciones se abrirá a las 7 pm en la Casalit. El ingreso es libre.

Luis Hernández) (1941-1977), poeta y médico, nació y creció en Jesús María y a los 35 años murió de manera trágica en Buenos Aires. A cuarenta años de su partida, su imagen y halo de juventud brilla a través de su poesía.

Sus poemas nos introducen en un vasto universo de relaciones entre la calle, la música, la poesía, la historieta, el cine, la medicina, el cosmos en el que rompe con las convenciones del roce de la alta cultura y la cultura popular.

Publicó los poemarios Orilla (1961) y Charlie Melnik (1962) en la editorial Libros de la Rama florida, del poeta Javier Sologuren, y Las Constelaciones (1965) en Cuadernos Trimestrales de Poesía.

El mito de Luis Hernández se escribió y dibujó, con plumones de colores, en cuadernos escolares, cartulinas y otros objetos que él obsequiaba como un acto de desprendimiento, libertad e irreverencia, una concepción distinta de hacer poesía y de ser poeta. El poeta Nicolás Yerovi recogió estos textos en Vox Horrísona (Ediciones Ames, 1978).

En sus cuadernos son recurrentes de la cultura popular e imágenes poéticas y visuales, como abecedarios en seis o más caligrafías distintas, flores, cangrejos, elefantes, jirafas, malaguas, autos, bicicletas, barcos, botellas de licor, cigarros, notas musicales, pentagramas, astros, mar, atardeceres, soles, entre otros elementos.

El recorrido consta de apartados dedicados a sus encuentros iniciales con el arte en su vida familiar y de barrio; la conjunción de sus dos pasiones: la medicina y la poesía; su concepción sobre la sociedad, la ciudad y su modo particular de cuestionar el orden establecido; y la música, la poesía y los astros como camino para hallar coherencia y armonía.

A través de cuadernos originales, fotografías, artículos periodísticos, revistas, documentos personales y piezas como el rollo de poesía de una extensión de 20 metros se revelará el universo poético de Luis Hernández.