El actor Al Pacino es el encargado de dar vida al personaje de Hoffa. (Foto: Netflix)

El actor Al Pacino es el encargado de dar vida al personaje de Hoffa. (Foto: Netflix)

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La nueva propuesta cinematográfica del conocido director Martín Scorsese para Netflix lleva por nombre** “The Irishman”** (“El Irlandés”). Una cinta basada en el libro de Charles Brandt titulado I Heard You Paint Houses que recopila las vivencias de Frank Sheeran, un exintegrante de la mafia italoamericana y principal sospechoso de uno de los mayores misterios políticos sin resolver: el asesinato de Jimmy Hoffa.

**Al Pacino **es el encargado de dar vida al personaje de Hoffa, un expolítico y líder del sindicato de camioneros, cuya repentina desaparición pasó a ser parte de la historia de los Estados Unidos, pero ¿por qué su caso se convirtió en toda una leyenda?

James Riddle Hoffa nació el 14 de febrero de 1913 en una pequeña población del condado de Clay en Kansas. Desde temprana edad demostró habilidades de liderazgo al organizar el sindicato de trabajadores de un conocido supermercado debido a los bajos salarios y a las pésimas condiciones laborales.

En 1932 ingresó a la Hermandad Internacional de Camioneros con un cargo menor, sin embargo, ayudó a convertir al sindicato en una de las instituciones más poderosas de Estados Unidos al potenciar las huelgas rápidas y ganar demandas con ayuda de ‘aliados políticos’ que cada vez se iban sumando. Fue así que para 1958, Jimmy se convirtió en el líder absoluto del sindicato.

Las ‘alianzas políticas’ a las que Hoffa solía recurrir lo llevaron a relacionarse con la mafia italiana, en quienes veía una ayuda para amedrentar a empresarios no dispuestos a colaborar con el sindicato y/o librarse de potenciales competidores; en compensación, estos utilizaban las actividades de la hermandad como un método efectivo de lavado de dinero.

En 1964 y como resultado de la persecución de Robert Kennedy, fue encarcelado y condenado a 13 años de prisión por fraude, manipulación e intento de soborno a los jurados que investigaban sus vínculos con los jefes de la mafia. A mediados de 1971 consiguió un indulto del presidente Richard Nixon a cambio de no volver a realizar actividades sindicales hasta 1980.

Durante los siguientes años, Jimmy Hoffa intentó apelar a esta cláusula, alegando que se trataba de una maniobra política y de la mafia para poder conceder el poder del sindicato a un contacto con
“mayor flexibilidad”. Fue así que Jimmy inició una campaña mediática en donde sutilmente iba delatando el manejo y el rol de la mafia dentro de los sindicatos.