Moore sumó su quinta candidatura, pero no tiene ninguna estatuilla. (Foto: BSM Studio)
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Julianne Moore, nominada al Óscar a mejor actriz por Still Alice, reflexionó sobre el Alzheimer, enfermedad en la que se sumergió para su aplaudido papel.
“No hace mucho se publicó un artículo que decía que una de cada seis mujeres de 60 años tiene posibilidades de desarrollar Alzheimer, la misma proporción que existe con el cáncer de mama. Estamos hablando de una enfermedad que está ganando terreno. Lo aterrador es que una vez que eres diagnosticado hay muy poco que hacer para alterar su evolución”, observó la artista.
La intérprete, que suma su quinta candidatura, sin ningún premio de la Academia de Hollywood, se preparó con entrevistas a pacientes en etapa inicial, a familiares de estos, especialistas y lecturas sobre el mal para dar vida a la doctora en psicología que se enfrenta a la pérdida de memoria.
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“Hay muchos escritores que intentan adivinar cómo es ese oscuro espacio en el que vive el enfermo, pero en realidad nadie sabe lo que pasa en su mente. Mi gran reto con este personaje fue encontrar mi aproximación a ella, nunca había interpretado un papel sin tener la posibilidad de conocer un solo punto de vista sobre él”, confesó.
Wash Westmoreland y Richard Glatzer dirigieron el drama basado en la novela de Lisa Genova, a su vez inspirada en un caso real. Las productoras fueron Maria Shriver y Trudie Styler, defensoras de la investigación del Alzheimer.
En 2014 Moore apareció en la taquillera Los juegos del hambre y en la última película del aclamado David Cronenberg, Maps to the Stars, por la que la intérprete también recibió críticas positivas.
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“Muestra la esencia del ser humano. No se puede huir de un diagnóstico y del mismo modo la familia tampoco puede sucumbir al abandono, reconocer todos esos sentimientos es maravilloso. Siempre Alice es una expresión de nuestra mortalidad, una pieza de baile que todos acabamos bailando”, acotó sobre su rol.
