Jacqueline Oyarce y su obra.

Jacqueline Oyarce y su obra.

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Por Steve Romero Alvarado / @Steveromal

El Fondo Editorial de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos acaba de publicar Memorias e Historias. Radio y poder en el altiplano peruano, una investigación en el cual su autora, la investigadora y docente Jacqueline Oyarce, detalla la gesta de la radio popular en Puno.

¿Sus investigaciones anteriores la llevaron a estudiar al pueblo aymara?
No. El factor principal fue mi curiosidad. Cuando viajé a Puno para investigar por mi primer libro (Orígenes del periodismo radial en el Perú), encontré que la línea imaginaria que separa a los aymaras de los quechuas nos muestra dos identidades tan fuertes que obviamente sus propias alternativas de comunicación tenían que tener originalidad. Al entrevistar a la primera locutora radial quechua, Gumersinda Vargas, supuse que también tenía que haber una primera locutora radial aymara. Cuando volví a Lima no abordé el tema instantáneamente, en ese momento tuvimos una experiencia social, el aymaraso. Si Aduviri había tomado un canal de TV era porque conocía perfectamente el poder de los medios de comunicación. Recién en este momento surgió la pregunta ¿qué está pasando y cómo se están organizando? Si el líder toma un canal y todo está bien organizado era porque dentro del mismo grupo humano estaba produciéndose algo, es por eso que decidí investigar in situ lo que le sucedía al movimiento aymara en relación con los medios de comunicación.

¿Cómo participaron las radios en estos acontecimientos?
A través de ellas se expresaron las voces. Como es un medio de comunicación, puede servir para educar a la gente con miras hacia un objetivo específico, que generalmente puede ser el desarrollo de una nación, pero también puede servir para articular los movimientos de la población.

¿En qué momento surge la necesidad de restituir la idea de la nación aymara?
Es un proceso histórico, la actividad del aymara siempre ha estado de alguna manera limitada y condicionada por lo que el patrón decía. En el caso de la primera mujer radialista aymara, Rosa Palomino, sus padres no querían que hablara este idioma por miedo a que la discriminen. Prácticamente su lengua materna estaba prohibida. En la ciudad, hablar aymara era un indicio de atraso. Por tiempo se nos hizo creer que las culturas son inferiores o superiores de acuerdo a sus capacidades que tenían para hablar o escribir castellano. Esto es algo muy injusto históricamente. El aymara es parte de un grupo que tiene una cosmovisión singular que a través de la oralidad, como dice Walter Ong, ha podido revivir esta tradición gracias a las narraciones o relatos; ellos van haciendo su cultura viva, actual y muy presente, de tal sentido que la radio, medio que no demanda escritura, tal y como la conocemos en occidente, permite vehiculizar todo este pensamiento que se está produciendo al interior de poblaciones que no conocieron inicialmente la escritura.

¿Cómo fue el proceso de la llegada de la radio desde la costa hasta la sierra?
Surgen iniciativas privadas, normalmente la historia de la radio nos dice que en Arequipa, por ejemplo, Max Landa inaugura Radio Landa en 1930 y luego nace Radio Arequipa; aunque esta última se inscribe más rápido en registros públicos que Radio Landa. Max Landa vuelve al Perú y pone su emisora luego de haber estudiado en los EEUU y en Alemania, países donde este medio ya estaba muy desarrollado. Después de Max, surge Rufino Zúñiga en Arequipa, luego surge Radio Continental de Arequipa y Radio Tacna. Todo esto ocurre sobre todo en el sur ya que en el norte la radio es mucho más tardía.

¿Por qué recién surgió en 1957?
Piensa en la llegada de la luz. La radio, de alguna manera, es un espejo de la sociedad nacional. ¿De qué manera los departamentos, hoy en día regiones, ingresaban a los mecanismos de modernidad como luz, agua potable, teléfono? Si no hay luz, no hay señal. Después llegan los transistores, detalle que en esa época todavía no los tenían. Muy pocas personas, especialmente las de mucho dinero, podían acceder a un aparato de radio; ahora imagínate qué tan rico debías ser para poseer una emisora.
La radio estaba vinculada en un inicio con el poder político y económico. Al darse cuenta que los mensajes se hacían masivos a través de la radio, obviamente como consecuencia, la política podía acompañar muy bien a las aspiraciones económicas.

Bolivia es el país con más habitantes aymaras ¿Existen antecedentes de radio de parte del país vecino?
Por supuesto, los aymaras del Perú aprenden a hacer radio gracias a Radio San Gabriel de Bolivia. Los aymaras peruanos toman los modelos de producción y estilos de los vecinos, contando con un tono más serio, menos espontáneo y más programado. Aun así, no contaban con la escritura como elemento, no producían radio con libretos de por medio, era una cuestión de escuchar e imitar. La gente que hace radio en el altiplano lo logra oyendo.

En el libro se le presta mucha atención a Radio Onda Azul. ¿En qué radica su importancia?
Básicamente, Radio Onda Azul no está sola, los padres Maryknoll son parte de un proyecto que se estaba gestando en toda América del Sur que eran las radios educativas y alfabetizadoras; esto se encontraba dentro de las políticas de las Naciones Unidas hacia el desarrollo del continente. Bajo esta perspectiva, la clave del desarrollo radicaba en aprender a leer y escribir, de esta manera se crean las Escuelas Radiofónicas Rurales siendo el Perú uno más de los participantes del continente que utilizan la radio para alfabetizar a los pobladores del campo. Onda Azul articula estas escuelitas y le regala a cada poblador del campo un aparato receptor que solo podía sintonizar la radio del lugar, esa radio es distribuida a diversos caseríos delegando a una persona el cargo de tutor, él se encargaba de realizar los trabajos y avisarle a la gente que las clases ya iban a iniciar. Era un tipo de libro “Coquito” llevado a la radio. Cuando el proyecto inició, en 1957, solo contaban con diecisiete escuelas, al finalizarlo en 1963 ya eran más de mil.

¿Qué pasó con todo ese capital humano?
Ellos se van de la radio pero sabían hacerla, tenían un proyecto político ya formado con lo que surge Radio Pachamama, la segunda emisora más sintonizada en todo el pueblo de Puno. Esta emisora, como lo dije anteriormente, es un proyecto político que está formado o impulsado por quien es actualmente el Presidente Regional de Puno, Mauricio Rodríguez Rodríguez, bajo el lema de “Aquí, aymaras y quechuas, unidos”.

¿Quién fue el primer locutor que habló en aymara?
Aquel hombre fue Guillermo Paquita. Es un locutor aymara que aprende a hacer radio a través de las escuelas radiofónicas, él escucha Onda Azul y decide trabajar en radio. Con tan solo diecisiete años se presenta de voluntario obteniendo el cargo de operador. “Yo quiero animar un programa pero quiero hacerlo en mi propio idioma, en aymara”. Su aceptación fue total, los aymaras se reconocen en él. Guillermo viaja a Tailandia, viaja a EEUU, y a otro países gracias a los convenios de los curas que permitían llevar a algunos operadores para que aprendieran. Él trae toda su experiencia, hace locución, tiene un proyecto de integración local, a través de sus programas va a difundir la propia música producida en su pueblo aymara contribuyendo con la dinámica cultural local y va a servir de modelo para que los jóvenes pierdan el miedo; ellos dicen: Si está Paquita ahí, yo quiero ser como el hermano Paquita. Con el tiempo Paquita se convierte en un empresario radial de la zona, establece su cadena de radios, vive del alquiler de espacios radiales y, bueno… ya todos los detalles los pueden encontrar en el libro (entre risas).

¿El papel de Rosa Palomino fue gravitante?
Ella rompe con todos esos patrones al poner su voz en la radio y además al decir que se va a construir un movimiento político que pueda determinar el cambio social de la zona. Si tú ahora te vas a un pueblo aymara todos la reconocerán, ella es una de las líderes de La unión Nacional de Comunidades Aymaras.
En realidad, hay hombres y mujeres que han dejado huellas para rescatar, cuyo valor y contribución se rescata en este texto, y sirve para hacer la historia del Perú ya que nuestra historia está construida como si solamente cinco personas se hubieran determinado la evolución del país. La historia es un proceso que nunca termina, este presente va a ser pasado después.