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Lo que empezó como una ceremonia íntima para enterrar el cuerpo de Edita Guerrero, la cantante y fundadora del grupo de cumbia Corazón Serrano, se convirtió en caos cuando unos 5.000 fanáticos intentaron participar de la ceremonia en el cementerio Parque del Recuerdo de Piura.
El sepelio, en el sector Nuestra Señora del Carmen, era privado y unos 50 policías resguardaban el lugar para evitar el acceso de extraños. Esto no fue impedimento para los seguidores de Edita: ellos rompieron la cerca de arbustos, rompieron el cordón de seguridad y llegaron hasta el ataúd de la cantante.
La policía lanzó gas pimienta en un intento de dispersar a la turba, que pisoteó a niños y ancianos, informó el diario El Comercio. Ellos no entendieron que la ceremonia de sepelio era privada, pues los actos de homenaje y velatorio de la cantante habían sido abiertos al público.
El último adiós de Edita Guerrero empezó por la mañana en su casa del asentamiento humano Micaela Bastidas. Tras una misa de cuerpo presente, el ataúd fue trasladado al colegio San Juan Bautista, donde la artista estudió.
De otro lado, Pedro Guerrero, padre de la fallecida cantante, dijo que sus dos nietos –uno de 2 años y una bebé de 3 meses– quedarán en custodia de su padre. En tanto, Lorenzo Guerrero, hermano de Edita y líder de Corazón Serrano, precisó que retomarán los conciertos el próximo fin de semana.
La alcaldesa de la provincia de Piura, Ruby Rodríguez, confirmó que ha recibido una solicitud para que el parque principal del asentamiento humano Micaela Bastidas se llame Edita Guerrero Neira en honor a la cantante.
