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En el marco del estreno de Annabelle en Estados Unidos, el director John R. Leonetti confirmó que al menos dos incidentes ‘sobrenaturales’ ocurrieron durante el rodaje de este spin-off de The Conjuring (El conjuro).
“Fue realmente espeluznante”, dijo hace unas semanas a The Hollywood Reporter.
El primer incidente tuvo lugar cuando grababan, una noche de luna llena, en un departamento que sirvió de locación. Según relató, descubrieron que sobre el polvo de una ventana estaban dibujados tres dedos.
“Nuestro demonio (de la película) tiene tres dedos. Las marcas eran iluminadas por la luna. Tengo una foto. Fue enfermo”, comentó.
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Por su parte, el productor Peter Safran contó la segunda anécdota, asegurando que fue “mucho peor” que la contada por Leonetti.
“Rodábamos una escena en la que el demonio de la cinta perseguía a un conserje. Pero cuando este último se colocó cerca de una lámpara de cristal gigante, ésta se rompió por sí sola y le cayó en la cabeza. Fue bastante peligroso porque el impacto pudo matarlo. Lo increíble es que el conserje en la película es asesinado en ese mismo pasillo. Fue totalmente extraño”, comentó.
Si estos relatos de por sí ya son extraños, más lo es que la historia de Annabelle esté basada en un caso real. De hecho, la verdadera muñeca se encuentra en el museo de los Warren, quienes inspiraron la cinta original, en Monroe, Connecticut.
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Si bien Leonetti no ha visto la muñeca en persona, reconoce su existencia ha dado a la película el empujón necesario.
“El hecho de que sea real es impresionante, ya que realmente establece el tono de la película porque es real”, finalizó.
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