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Al contratar a Pep Guardiola el Bayern aceptó el compromiso de someterse a las reformas y cambios que el entrenador catalán considerara adecuadas emprender en busca del éxito.
En su primera temporada al frente del tradicional club alemán Guardiola conservó el equilibrio al caminar por la cuerda floja de beneficiarse de la dinámica del triunfador equipo que heredó de Jupp Heynckes e introducir modificaciones más ajustadas a sus propios conceptos.
La receta fue suficiente para dominar el fútbol local y ganar la Bundesliga y la Copa Alemana, pero no alcanzó en el escenario internacional. El Bayern se quedó a un paso de poder defender el trofeo de la Champions League obtenido en el 2013 tras perder estrepitosamente ante el Real Madrid (global 0-5), lo que le confirmó al entrenador que el momento de acelerar el proceso de transformación del equipo ya no daba más compás de espera.
El nuevo modelo
Pep Guardiola conquistó su último título de su primera temporada en el Bayern jugando ya parcialmente el fútbol que exhibirá a partir del próximo mes de agosto. En la final de la Copa Alemana los de Múnich derrotaron al Dortmund presentando una última línea defensiva con tres defensores centrales y un mediocampo mucho más densamente poblado que a lo largo del año que terminaba.
En la pausa invernal Guardiola había entrenado intensamente con el Bayern esta variante, pero oficialmente solo la usó en la final de la Copa Alemana aprovechando que el español Javi Martínez estaba entonces plenamente recuperado de los problemas físicos que lo aquejaron durante la temporada. Sus movimientos hasta ahora hacen prever que este modelo se impondrá en los partidos regulares que se avecinan.
Este nuevo dibujo táctico explica también el tipo de fichajes que ha realizado el campeón alemán hasta ahora, y —mucho más aún— las partidas que ha permitido. El juvenil defensor español Juan Bernat, que en Valencia fue titular indiscutible como lateral izquierdo, llena los requisitos para convertirse en pieza clave en la transición de un sistema con línea de cuatro, al pretendido con línea de tres.
Además, no es producto de la casualidad el que a uno de los jugadores más utilizados por Guardiola en la pasada temporada, y que fue muy importante en su planteamiento estratégico, se le hubiera permitido abandonar el club y marcharse al Real Madrid.
Toni Kroos fue fundamental, pero en la nueva etapa no era imprescindible, especialmente cuando se va a jugar sin laterales y ello libera a un talentoso futbolista como David Alaba, quien puede ahora pasar a formar en el mediocampo, donde brilla internacionalmente con la selección de su país, Austria.
Reforma inevitable
Más allá de las necesidades de su nuevo proyecto, que por cierto también cobró la permanencia de Mario Mandzukic en el equipo tras la llegada de Robert Lewandowski proveniente del Dortmund, el entrenador Guardiola sabe que necesita que la plantilla necesita un par de “punzadas” que la mantengan despierta y se la da introduciendo nuevos conceptos, repartiendo las tareas de forma distinta, presentando a nuevos jugadores y despidiendo a otros.
En su momento, cuando estaba al frente del Barcelona, Pep Guardiola contempló demasiado la posibilidad de introducir cambios drásticos en el grupo que tantos éxitos le deparó y cuando se decidió a hacerlo se percató que el momento oportuno había pasado.
En el Bayern, y gracias al respaldo incodicional de las directivas, este es un problema que se puede ahorrar. Por el contrario, con el peso del club de su lado le es posible compensar la salida de un futbolista insignia del Bayern y campeón del mundo como Kroos y mantener en entredicho el papel que le asignará a otra de las figuras de Alemania en Brasil 2014, Bastian Schweinsteiger.
A Guardiola también le sonríe el hecho de que el momento para las reformas en el Bayern es propicio. Con un promedio de edad de 25,8 años, el equipo es el tercer más viejo en la Bundesliga (superado solo por el Augsburgo y el Berlín), con dos años más de edad que el más jovén del campeonato alemán: Hannover.
Esto quiere decir que en un club necesitado de renovarse, que cuenta con posibilidades financieras casi ilimitadas, y que en tres nuevos fichajes ha gastado solo 10 millones de euros mientras ha ingresado 52 millones por ventas de jugadores, Pep Guardiola tiene el camino libre para seguir con sus reformas.
(Fuente: Deutsche Welle )