(Foto: Getty Images for Sony)

(Foto: Getty Images for Sony)

Síguenos en Facebook



“No hay que conformarse. Nadie puede asegurar que hemos alcanzado nuestro máximo”. Con estas palabras, Jürgen Klinsmann invitaba ayer a sus jugadores y a toda la afición estadounidense a creer en las posibilidades de EEUU en este Mundial.

Siempre a la sombra de otros campeonatos mucho más populares como la NFL, la NHL o la NBA, la liga de fútbol estadounidense –MLS, por sus siglas e inglés— empieza a recibir el reconocimiento que se merece por parte del público norteamericano. Lejos quedan esos tiempos en los que, en el ocaso de sus carreras, los Eusebio, Pelé, Beckenbauer, Cruyff y compañía firmaban contratos millonarios para retirarse en la liga norteamericana.

Las cosas han cambiado en EEUU. El fútbol mueve masas en el país y su selección firma buenas actuaciones en todos los campeonatos en los que participa. Esta noche ante Bélgica, Klinsmann y los suyos tienen la oportunidad de alcanzar los cuartos de final por tercera vez en su historia. Jugaron el 3er. y 4to. puesto en 1930 y cayeron ante Alemania en 2002.

Puesto que el entrenador germano no sabrá hasta el último momento si podrá contar o no con el delantero Jozey Altidore, lesionado en el debut ante Ghana, seguirá con el esquema que planteó ante Portugal y Alemania. Con una línea de cuatro defensas y cinco volantes por delante, el hombre de referencia en punta se llama Clint Dempsey. El veterano delantero (31 años) del Seattle Sounders FC ya lleva dos goles en este mundial y será el jugador al que se encomiende Klinsmann de cara al gol.

Su rival de esta noche, la selección belga entrenada por Marc Wilmots, se presenta como un rival difícil y con mayor calidad en todas sus líneas. Clasificada como primera de grupo con 9 puntos en su casillero y un balance de cuatro goles a favor y uno en contra, Bélgica tratará de pasar a cuartos por la vía rápida. Debido a la calidad que atesoran sus jugadores, la selección europea llegó a Brasil con el cartel de favorita después de haber completado una fase de clasificación espectacular.

A pesar de haber ganado todos los partidos de la primera fase, el juego de Bélgica no acaba de convencer. “Soy un realista. No estoy para complacer a la gente en las tribunas”, aseguró ayer Wilmots, cansado de las críticas hacia el juego desplegado por su selección. La pareja de centrales Vermaelen-Kompany será duda hasta el último momento. Arriba, Bélgica volverá a confiar en la calidad de Witsel, Hazard y Mertens, y en el acierto de cara el gol de Fellaini o del delantero que le acompañe, Lukaku u Origi.

La clave: EEUU planteará un partido físico y defensivo, y Bélgica dispondrá de mayor posesión de balón. Hasta ahora los belgas han resuelto sus partidos en los últimos diez minutos. Veremos si hoy les basta con apretar al final.

(Fuente: Deutsche Welle )